Tanto si eres fan de la marca Apple como si no has tenido nunca ninguno de sus dispositivos, seguro que alguna vez has escuchado hablar sobre Steve Jobs. El conocido empresario y cofundador de la firma cuyo logo es famoso en todo el mundo, ha sido uno los personajes más peculiares y carismáticos de la historia.
Desde joven destacó entre sus compañeros, y es que no era para menos. No obstante, conforme fue madurando y su empresa fue creciendo, pudimos ver que no solo llamaba la atención su gran talento, sino también su curiosa forma de vestir.
Jobs no era precisamente un as en el mundo de la moda, más bien tenía sus propias claves de estilo y sabía cómo aprovecharlas para que todos hablasen de él. Resulta que no se conformó con ser un genio del marketing y una de las mentes más innovadoras de los últimas décadas, también quiso destacar por su vestimenta.
Durante años Steve Jobs decidió llevar el mismo outfit a todas y cada una de las presentaciones o "keynotes" de los nuevos productos de su marca. Le bastaba con un jersey negro de cuello perkins, unos vaqueros azules y unas zapatillas deportivas. Un look sencillo y perfecto para la ocasión. Pero, ¿por qué vestía siempre igual? ¿Era casualidad o más bien estaba todo pensado?
Antes de morir, él mismo decidió revelar el secreto de su vestimenta al autor de su biografía, Walter Isaacson.
¿Por qué Steve Jobs llevaba siempre la misma ropa?
La respuesta es más sencilla de lo que parece. Resulta que en un viaje a Japón, a principios de los años 80, Jobs le preguntó al presidente de Sony, Akio Morita, por qué en su empresa todo el mundo vestía con uniforme. Él le contestó que, después de la guerra, nadie tenía ropa, y empresas como Sony habían provisto a sus trabajadores de una prenda para vestir a diario. Con el paso de los años, esos uniformes se habían convertido en auténticos sellos de estilo para esas marcas. Eran una forma de tender lazos entre los trabajadores y la empresa.
"Decidí que yo quería ese tipo de lazos para Apple", aseguraba Jobs.
Jobs se puso en contacto con Issey Miyake, el mismo diseñador que creó los uniformes de Sony, y le pidió que diseñara un uniforme para Apple también.
"Volví con algunos ejemplos y le dije a todo el mundo que sería estupendo que se pusieran los uniformes. Oh, salí abucheado del escenario. Todo el mundo odiaba la idea", confesó Jobs.
Afortunadamente, durante este proceso, su amistad con el diseñador se afianzó y le visitaba regularmente. Al poco tiempo, la idea de tener su propio uniforme comenzó a rondarle por la mente. Le parecía algo brillante, no solo por la comodidad y lo práctico que podía ser tener siempre claro qué ponerte cada día, sino también por poder crear su propio sello de identidad.
"Le pedí a Issey que me hiciera unos cuantos de esos jerseys de cuello alto que a mí tanto me gustaban, y me hizo como un centenar. Esto es lo que yo visto. Tengo suficientes para el resto de mi vida", le dijo a Isaacson mientras le enseñaba su armario.
Es evidente que Jobs era un auténtico genio, no solo llevó a su empresa a ser líder del mercado, sino que marcó un antes y un después en el mundo del marketing en todos los aspectos.
¿Conoces más curiosidades sobre Steve Jobs? ¡Cuéntanoslas en los comentarios! ¡Comparte esta interesante historia con todos tus amigos! Fuente: El Espectador