A pesar de que es una tradición bastante extendida y que casi todo el mundo practica, se trata de un mal hábito mucho más arriesgado de lo que todos pensamos.
Quizás te pueda parecer una muy buena idea utilizar el móvil cuando estás sentado sobre la taza del váter, después de todo, ¿por qué no aprovechar esos minutos de paz para revisar las redes sociales y navegar por la red?
De hecho, seguramente alguno de vosotros estará leyendo esto desde el móvil mientras vacía las cañerías. Pues bien, siento decirte que ese inocente hábito resulta muy peligroso para nuestra salud. Te contamos el por qué:
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Todo el mundo sabe que los baños están llenos de gérmenes y bacterias, especialmente los baños públicos, donde no tenemos forma de saber cómo de limpio está el aseo y el mobiliario circundante.
Aunque puedan parecer limpios, cada descarga de cisterna envía gérmenes microscópicos y restos de excrementos al aire que con el tiempo aterrizan y se adhieren a todo lo que haya cerca. Incluso si tienes la precaución de lavarte las manos, corres el riesgo de coger bacterias procedentes del grifo o del pomo de la puerta.
"Los inodoros (especialmente los públicos) están cubiertos de gérmenes, bacterias y materia fecal."
Estas bacterias no son ninguna broma. En los peores casos, pueden llegar a transmitir Salmonella, E. coli y otras infecciones. Si utilizamos nuestros teléfonos móviles en estos ambientes, estamos exponiéndolos a las bacterias que flotan en el aire esperando a ser recogidas. Podríamos decir que nuestros dispositivos se convierten en extensiones de nuestras manos, con la única diferencia de que no los lavamos al salir.
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De acuerdo con un estudio de la Universidad de Arizona, 9 de cada 10 teléfonos portan bacterias causantes de enfermedades y hasta un 16% de ellos tienen rastros invisibles de excrementos. Teniendo en cuenta que los gérmenes también se multiplican, estos resultados son realmente inquietantes y asquerosos, ¿verdad?
Así que de ahora en adelante, deja tu teléfono en el bolsillo cuando vayas al baño. Y no olvides lavarte bien las manos cuando termines para evitar que todos esos gérmenes desagradables e invisibles te acompañen hasta casa.
