Según la estación del año, nos preocupa más o menos nuestro físico. En verano hacemos dietas extremas y ejercicios imposibles para quitarnos esos kilos de más y tener un cuerpo estupendo que te permita librarte de los complejos de un plumazo, mientras que en invierno pasamos más.
Hay formas para aprender a lidiar con tus complejos y con la ansiedad que te produce tener un cuerpo con el que no estás conforme cuando llega el buen tiempo. Pero no se trata solo del peso, sino también por alguna parte de tu cuerpo que no te haga feliz.
Lo más importante que debes hacer en primer lugar es compartir estos complejos con alguien para normalizarlos y que te des cuenta de que todos tenemos zonas en nuestro cuerpo que no nos gustan.
Salir a dar un paseo puede ayudarte a sentirte mucho mejor. Ejercitas tu cuerpo y además te sientes mejor contigo mismo, lo que te ayuda a reducir la ansiedad y a despejar la mente.
Un pensamiento positivo es fundamental para intentar que los complejos asalten cada vez menos tu cabeza. Intenta hacer y pensar en cosas que te hagan feliz y haz todo lo posible para que ese complejo conviva contigo en armonía.
Al principio no será fácil, y la práctica es muy diferente a la teoría, por eso puedes empezar escribiendo en una libreta cómo te sientes con tu cuerpo cada día, tus avances o tus retrocesos, ¡estos últimos también forman parte de tu crecimiento personal!
No puedes negarte a mostrar tu mejor versión porque vayas a enseñar las piernas con un pantalón corto. Debes de aprender a relativizar un poco los complejos, y si necesitas ayuda profesional, pídela.
Aprende a escucharte, a verte bien y a aceptar tu cuerpo porque es único y solo tú tienes el control sobre lo que el resto piense de ti. Si tú estás feliz con tu aspecto, te tiene que dar igual el resto del mundo. ¡Disfrútate!
¿Crees que los complejos condicionan tu forma de ser? ¿Eres capaz de superar tus complejos? ¡Comparte con tus amigos estos trucos para dejar atrás tus complejos! Imagen de portada: Netflix