Es muy probable que alguna vez hayas oído hablar de las gigantescas cabezas de la isla de Pascua o Rapa Nui, también conocidas como moáis.
Las 887 cabezas que salpican la isla fueron labradas a partir de roca volcánica por los nativos isleños consiguiendo alcanzar dimensiones de casi cuatro metros de altura y 14 toneladas de peso, convirtiéndose en unas auténticas maravillas que constituyen el principal motivo turístico de la isla.
"Para las personas que las erigieron y usaron, eran realmente recipientes de espíritus sagrados. La piedra labrada y los objetos de madera de las antiguas religiones de la Polinesia, cuando se preparaban correctamente mediante rituales, se creía que podían se cargadas mediante una esencia mágica espiritual llamada maná"
Pero resulta que no acaba ahí toda la historia. Recientemente, un grupo de arqueólogos que forman parte del Easter Island Statue Project, a cuyo frente se encuentra Jo Anne van Tilburg, de la Universidad de California, han realizado un sorprendente descubrimiento arqueológico.
Los científicos han conseguido desenterrar los cuerpos de los moáis a los que sólo se les podía ver la cabeza en la cantera del volcán Rano Raraku. Resulta que estas gigantescas estatuas no sólo estaban constituidas por las cabezas como se creía hasta ahora, sino que también escondían cuerpos completos enterrados bajo tierra.
Parte de la buena conservación de estas antiguas estatuas se debe a que su enorme tamaño y peso han dificultado el tradicional robo de las maravillas arqueológicas a las que estamos acostumbrados. Pero la extensión de su enormidad acaba de salir a la luz para el público.
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Los Arqueólogos tenían la teoría de que algunos moáis podían tener un cuerpo enterrado bajo tierra, ya que algunas cabezas asomaban sus hombros.
Según Jo Anne Van Tilburg, "Hay unas 150 estatuas enterradas hasta los hombros en la ladera de un volcán, y esas son la más famosas y hermosas fotografiadas en toda la Isla de Pascua.
Después de que comenzasen las excavaciones arqueológicas, el interés público por los cuerpos de los Moáis empezó a propagarse rápidamente. Ocurrió tan rápido que la página web del Easter Island Statue Project dejó de funcionar debido a la carga de más de 3 millones de visitantes.
Aunque han sido estudiadas durante más de una década, esta excavación es la primera que es fácilmente accesible para los turistas.
Con el descubrimiento de los cuerpos de las cabezas moái, han aparecido nuevos petroglifos, que aportan un mayor trasfondo histórico a las gigantescas estatuas.
Todavía quedan muchísimos misterios que resolver en nuestro maravilloso planeta. Comparte esta fascinante historia! Fuente: metro.co.uk artnet