El artista nigeriano Arinze Stanley tiene un estilo peculiar. Y es que a la hora de realizar sus obras solo emplea grafito y lápices de carbón, y plasma sus creaciones en grandes hojas de papel para conseguir enormes retratos de sus súbditos.
Empleando más de 200 horas en una obra de arte, Stanley agoniza sobre los detalles más minuciosos de cada pieza para captar con cuidado reflejos de luz, gotas de sudor o hasta enredos de pelo.
Cuando algunos artistas hiperrealistas se inclinan hacia la perfección idealizada, Stanley se centra en el realismo puro, infundiendo retratos con un sentido crudo de emoción y drama. La escala de cada pieza, siempre ligeramente más grande que la vida real, añade un extraño aspecto tridimensional.
Stanley recientemente expuso el trabajo en la Galería Omenka y se puede ver más de sus obras (y piezas en progreso) en Facebook. (Vía ARTNAU, Juxtapoz)
Espero que te haya gustado estas obras tan alucinantes, desde luego que este pintor tiene mucho arte.
¿A qué parecen fotografías en lugar de retratos pintados a mano? Déjanos tu opinión en los comentarios. ¡No dudes en compartirlo con tus amigos y familiares! Fuente: thisiscolossal