Rescataron a 40 Pit Bulls de una casa abandonada y les dieron una nueva vida

Si por algo se conoce comúnmente a los Pit Bulls es por ser una raza agresiva. Pero después de conocer tantísimos casos e historias de Pit Bulls podemos asegurar que esa afirmación está un poco lejos de la realidad. Los Pit Bulls pueden llegar a ser tan dulces y cariñosos como cualquier otra raza de perro.

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Estos 40 Pit Bulls fueron abandonados a su suerte en una casa increíblemente desordenada y sucia.

Un vecino del pueblo caminaba cerca de la casa y olió un nauseabundo olor sospechosamente procedente de esa casa que parecía abandonada. Estaba cerca del lago Mathews, en California. En seguida llamó a las autoridades locales.

rel="nofollow noopener noreferrer">Facebook / David Bauman

En cuanto llegaron las autoridades vieron a los 40 Pit Bulls muertos de hambre y tristeza dentro de esa casa llena de porquería y suciedad. Era tremendamente repugnante.

El especialista en información pública John Welsh explicó a la cadena NBC de Los Ángeles que lo que se podía oler "Era el olor de la muerte".

Desafortunadamente, cuando llegaron, 11 de los Pit Bulls ya habían fallecido dentro de la casa, mientras que otro de ellos lo hacía minutos después de ser rescatado.

El propietario de la casa estaba en la cárcel por tráfico de drogas y su esposa había desaparecido y nadie tenía conocimiento de su paradero.

Los veterinarios del centro suponen que los propietarios tendrían montado un criadero de Pit Bulls en casa.

Estaban todos muy desnutridos, nerviosos y con mucho miedo. Algunos lloraban de emoción al ver que alguien les daba amor.

Todos los perros fueron llevados al centro de rehabilitación.

Lo primero que hicieron allí fue alimentarles para que fuesen recuperando fuerzas y cogiendo peso paulatinamente.

Por ahora parece que se van recuperando y cada día se les ve más sanos y más contentos.

Ahora que están a salvo, el siguiente paso es tratar de encontrarles a todos un hogar seguro donde les den todo el amor que necesitan.

Algunos todavía no han sido socializados y son un poco aprensivos debido a todo lo que han tenido que pasar.

Pero están tratando de darles todo el amor y el afecto que se les negó desde cachorros para que poco a poco, vayan cogiendo confianza de nuevo.

Es una historia terrible pero, por suerte, con final feliz. Parece que las historias de maltrato animal no cesan por mucho que sean denunciadas.

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