Los aceites esenciales se han utilizado durante miles de años, como parte de la aromaterapia, por sus propiedades curativas y terapéuticas. Se obtienen de las hojas, tallos o raíces de las plantas y son conocidos por sus beneficios para la salud. Pero, ¿y qué es el Frankincense?

Frankincense o aceite esencial de incienso, también conocido como olíbano, es una aceite esencial común utilizado en aromaterapia que ofrece una gran variedad de beneficios para salud: ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad crónica, reduce los dolores y la inflamación, aumenta la inmunidad e incluso lucha contra el cáncer.

El aceite de incienso se obtiene de la resina de la Boswellia carterii o Boswellia sacara, un árbol que se cultiva comúnmente en Somalia. Este árbol se diferencia de la mayoría porque crece en suelos secos y desolados.

La palabra Frankincense procede del término "encens francos", que significa calidad de incienso en francés. El incienso se ha asociado a muchas religiones diferentes a lo largo de los años, especialmente la religión cristiana, ya que fue de los primero regalos que recibió Jesús de los Reyes Magos.

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El aceite de incienso se usa tanto inhalado como sobre la piel, y generalmente mezclado con otro producto, como una loción sin perfume o aceite de jojoba. Se cree que trasmite mensajes al sistema límbico del cerebro, que influye en el sistema nervioso. Sólo se puede ingerir en pequeñas cantidades, ya que en grandes cantidades puede ser tóxico.

Los 8 usos más comunes de este aceite 1- Para aliviar el estrés

El aceite de incienso induce una sensación de paz, relajación y satisfacción. Añade unas gotas de aceite de incienso a un baño caliente para aliviar el estrés. También puedes añadirlo a un difusor o vaporizador para luchar contra la ansiedad y disfrutar de la relajación en casa.

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El aceite de incienso es un antiséptico, es decir que ayuda a eliminar las bacterias y los virus del hogar, así que podemos usarlo para limpiar los espacios interiores. Muchas veces se quema la planta para desinfectar la zona y también se utiliza como desodorante natural. También puedes utilizarlo en un difusor para ayudar a reducir la contaminación en interiores y para desinfectar cualquier superficie del hogar.

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Debido a sus propiedades antisépticas, el aceite de incienso se utiliza mucho en productos bucales. Ayuda a prevenir problemas dentales como las caries, el mal aliento o las infecciones bucales. También se puede utilizar como pasta de dientes mezclándolo con bicarbonato de sodio.

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El aceite esencial de incienso es un poderoso astringente, lo que significa que ayuda a proteger las células de la piel. Se puede utilizar para ayudar a reducir los efectos del acné, los poros abiertos, para prevenir arrugas, e incluso para ayudar a levantar y tensar la piel de manera natural y relentizar los signos de envejecimiento en general. Se puede usar en cualquier sitio en el que encontremos que nuestra piel está flácida, como el abdomen, la papada o debajo de los ojos. Mezcla 6 gotas de aceite con unos 30 ml de aceite sin aroma y aplícalo directamente sobre la piel.

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Si tienes algún malestar digestivo, como gases, estreñimiento, dolor de estómago, síndrome premenstrual o calambres, el aceite esencial de incienso puede ayudarte a calmarlos. Además, ayuda a acelerar la digestión de los alimentos. Añade 1-2 gotas de aceite a 250 ml de agua o una cucharada de miel. Si vas a ingerirlo por vía oral, asegúrate de que se trate de aceite 100% puro, no ingieras aceite de fragancia o perfume.

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El aceite de incienso puede ayudar a curar heridas y puede reducir las cicatrices. Además puede contribuir a reducir la aparición de manchas oscuras causadas por efectos como el acné, estrías, eczemas; y ayudar a la curación de heridas quirúrgicas. Mezcla 2-3 gotas de aceite con un aceite o loción sin perfume y aplícalo directamente sobre la piel en proceso de curación.

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La próxima vez que cojas un resfriado o gripe, el uso del aceite esencial de incienso te ayudará a aliviar la tos. Además de que ayuda a eliminar la flema de los pulmones, actúa como antiinflamatorio de las fosas nasales y facilita la respiración, incluso a personas con alergias o asma. Añade unas gotas a un paño e inhálalo, o utiliza un difusor.

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Para mejorar la circulación y los dolores articulares o musculares relacionados con enfermedades como la artritis, los trastornos digestivos o el asma. Puedes agregar una gota de aceite en agua hirviendo y echarla sobre una toalla; a continuación, coloca la toalla sobre la zona dolorida para disminuir los dolores musculares. También puedes mezclar unas gotas de aceite con otro aceite y masajear la zona dolorida.

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Varios estudios han demostrado que el aceite de incienso tiene propiedades que fortalecen el sistema inmunológico y que pueden ayudar a destruir bacterias peligrosas, virus, e incluso el cáncer. Se ha demostrado que ayuda a combatir las células de determinados tipos de cáncer y que ayuda a hacer frente a los efectos secundarios de la quimioterapia.

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El aceite de incienso se mezcla bien con otro tipo de aceites como el de jojoba, el de coco o la manteca de karité. También se puede mezclar con otros aceites esenciales en función a los beneficios que se busquen.

1- Jabón de aceite de incienso

Este jabón es buenísimo para la piel. Proporciona hidratación a la vez que limpia la piel. Es fácil de hacer y está libre de producto químicos.

Tiempo total: 30 minutos

Ingredientes:

• 20-30 gotas de aceite esencial de incienso
• Base de jabón
• 5 gotas de aceite de granada
• Moldes para jabón

Elaboración:

1- Coloca la base de jabón en un recipiente de vidrio y ponlo al baño maría. 2- Ponlo a fuego medio y déjalo que se funda. 3- Retíralo del fuego y déjalo enfriar un poco. A continuación, añádele el aceite de incienso y el de granada. 4- Mézclalo bien y pásalo a un molde. 5- Deja que la mezcla se enfríe completamente antes de sacarlo del molde.

2- Crema corporal para aliviar las cicatrices

Tiempo total: 5 minutos

Porciones: 4

Ingredientes:

• 60 ml de manteca de karité o aceite de coco
• 10 gotas de aceite de jazmín
• 10 gotas de aceite de incienso
• Pequeño frasco para mezclar los ingredientes

Elaboración:

1- Derrite la manteca de karité en un cazo hasta que se quede líquida. 2- Asegúrate de que no se queme, y a continuación, añade los demás aceites y remuévelo. Ten en cuenta que si la manteca de karité está a temperatura ambiente o un poco más caliente será más fácil. 3- Puedes untarlo directamente sobre la cicatriz o dejarlo en la nevera hasta que se enfríe y después batirlo con la batidora, y añadirle crema. 4- Vierte la mezcla en un frasco y mantenlo a temperatura ambiente para usarlo cuando quieras.

3- Crema corporal o facial para conciliar el sueño Esta crema de noche es ideal para ayudar a conciliar el sueño. También sirve para ayudar a aclarar manchas o erupciones.

Tiempo total: 5 minutos

Ingredientes:

• 5 gotas de aceite esencial de incienso
• 5 gotas de aceite esencial de lavanda
• 1 1/2 cucharadas de aceite de coco orgánico
• 1/2 cucharada de aceite de oliva
• Pequeño frasco o recipiente para mezclar los ingredientes

Elaboración:

1- El aceite de coco puede ser más sólido, si es necesario caliéntalo hasta que sea completamente líquido. 2- Añade los demás aceites y mézclalo todo bien. Repártelo por la cara y el cuerpo. Puedes guardarlo para usarlo cuando quieras.

4- Loción casera de incienso y mirra

Esta loción casera de incienso y mirra aporta hidratación, vitaminas y nutrientes esenciales a la piel. Además, ayuda a curar y proteger la piel.

Tiempo total: 90 minutos

Ingredientes:

• 1/4 taza de aceite de oliva
• 1/4 de taza de aceite de coco
• 1/4 de taza de cera de abejas
• 1/4 de taza de manteca de karité
• 2 cucharadas de vitamina E
• 20 gotas de aceite esencial de incienso
• 20 gotas de aceite esencial de mirra
• Botellas de plástico con dispensador

Elaboración:

1- Pon el aceite de oliva, el aceite de coco, la cera de abejas y la manteca de karité en un recipiente de vidrio y ponlo al baño maría. 2- Ponlo a fuego medio y mezcla bien los ingredientes. 3- Una vez mezclado, mételo en la nevera durante una hora hasta que se solidifique. 4- Bate bien la mezcla hasta que quede esponjosa. A continuación, añade los aceites esencial y la vitamina E y vuelve a mezclar. 5- Llena el recipiente y guarda en un lugar fresco.

Ya tienes algunas formas de empezar a sacarle partido a este increíble aceite esencial.

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