Quemaduras solares. Lo que necesitas saber para mantener tu piel a salvo

Quemaduras solares. Lo que necesitas saber para mantener tu piel a salvo

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Con la llegada del verano inevitablemente terminamos pasando demasiadas horas bajo el sol. Es durante estas fechas cuando resulta totalmente indispensable que protejamos correctamente nuestra piel si no queremos lamentar ningún tipo de problema que pueda aparecer más tarde.

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En más de una ocasión volvemos a casa con la piel totalmente enrojecida como recordatorio de que estuvimos demasiado tiempo expuestos al sol sin utilizar ningún tipo de protección. A pesar de la distancia que nos separa del sol, la influencia y los daños que este puede causarnos son bastante importantes.

Nuestra piel posee algunos sistemas naturales que nos ayudan a defendernos de los peligros a los que la exponemos de manera inconsciente. La creación de melanina o las pecas que aparecen en la piel son una forma natural que posee nuestro cuerpo para proteger a nuestra piel de la luz del sol.

Cuando nuestra piel no puede soportar la radiación UV que recibe aparecen las dolorosas quemaduras, lo que la mayoría de las personas desconoce es que además de producir quemaduras, una excesiva exposición al sol puede originar también intoxicación solar.

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Este tipo de intoxicación no es una intoxicación como tal de forma literal. En realidad es un caso severo de quemadura solar producida por los rayos UV del sol que llegan a causar inflamaciones graves en la piel.

Tan solo 15 minutos de sol puede producir quemaduras en algunas personas aunque los famosos síntomas que asociamos a las mismas no aparezcan hasta unas horas más tarde.

Además de ser bastante desagradable y doloroso, la exposición prolongada a los UV del sol pude llegar a provocar cáncer de piel, motivo por el cual es necesario visitar al dermatólogo una vez al año.

A continuación te mostraremos algunos consejos para que cuides correctamente tu piel este verano. ¿Te los vas a perder? Síntomas Color rojizo, ampollas, sensación de dolor

La intoxicación solar siempre viene acompañada de un enrojecimiento de la piel afectada. Normalmente presenta un aspecto inflamado o incluso ampollas que causan una sensación de dolor muy desagradable.

Dolor de cabeza y mareo

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Un ligero mareo es una de las señales más habituales que se sienten cuando estamos demasiado tiempo expuestos al sol de forma directa. El mareo es también el indicativo de que nuestro cuerpo se encuentra sobrecalentado.

Fiebre y escalofríos

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Si te sientes enfermo después de estar bajo el sol no hay duda de que no es buena señal.

Una quemadura solar es habitualmente dolorosa y bastante molesta, sin embargo, si comienzas a sentirte como si estuvieses resfriado significa que tu cuerpo está reaccionando a un daño aún más severo lejos de la quemadura corriente a la que estamos acostumbrados.

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Náuseas

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Acompañado de los mareos, la intoxicación solar es capaz de producir malestar en el estómago.

Deshidratación

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A medida que nuestro cuerpo utiliza agua para reparar la piel dañada, iremos sintiendo una sensación de sed mayor de lo habitual. La deshidratación también puede originar por sí misma mareos y náuseas.

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Recomendaciones Aléjate del sol

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Es lo más obvio pero lo más efectivo cuando nos damos cuenta que se nos ha ido de las manos eso de tomar el sol. Cuando notamos los primeros síntomas de la intoxicación solar, buscar una buena sombra debe de ser el primero de los pasos a seguir.

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Enfría la piel

Al igual que ocurre con una quemadura producida por el fuego, enfriar la zona con agua fresca nos aportara una sensación de alivio además de reducir los posibles daños que sufrirán nuestros tejidos.

Tomar una buena ducha de agua fresca (el agua no debe estar helada ya que podría ser contraproducente) es la mejor manera de bajar la temperatura de nuestro cuerpo y enfriar la zona afectada.

Haz clic en "SIGUIENTE PÁGINA" para continuar leyendo: Mantente hidratado

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Tal y como hemos mencionado, nuestro cuerpo se verá obligado a trabajar más de lo normal para poder reparar el tejido dañado por el sol, este esfuerzo que realizará nuestro cuerpo hará que gastemos los fluidos de nuestro cuerpo con mayor rapidez.

Beber mucha agua durante algunos días después de habernos quemado nos asegurará un buen nivel de fluidos para que nuestro cuerpo pueda nutrir e hidratar la piel desde el interior sin ningún tipo de problemas.

Aplica Aloe vera

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El gel que obtenemos de la planta de Aloe es magnífico a la hora de sanar las quemaduras solares, además de ser bastante refrescante si la guardamos en la nevera. Esta extraordinaria planta calmará y nutrirá de forma muy eficiente la piel reseca.

Cubre las áreas quemadas del cuerpo

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No siempre podrás permanecer en el interior de tu hogar tras sufrir una quemadura solar por lo que deberás tomar precauciones cuando vuelvas a estar expuesto al sol.

Lo correcto sería cubrir la zona afectada con algún tipo de ropa suelta y ligera ya que la piel que ha sido dañada es mucho más sensible ahora al sol que de costumbre.

Toma analgésicos

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Analgésicos como la aspirina pueden ayudarnos a superar quemaduras más severas, especialmente cuando nos impiden realizar actividades cotidianas o dormir cómodamente.

Consejos Utilizar protección solar

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Si sabes con antelación que vas a estar bajo el sol, lo primero que debes de hacer es aplicar de forma generosa algún tipo de protección solar de confianza.

Recuerda que un protector solar no es lo mismo que un bronceador. Para una protección adecuada es necesario que utilicemos protectores solares de factor 30 o superior y que lo apliquemos con la regularidad que sea necesaria.

Revisa tus medicamentos

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Ciertos medicamentos, incluyendo los medicamentos para el acné, antidepresivos, algunos antibióticos, medicamentos para el corazón o algunos anticonceptivos pueden hacer que la piel sea más sensible al sol, por lo que sería conveniente comprobar los efectos secundarios que producen los medicamentos que tomamos de forma regular para que no nos pille por sorpresa.

Limita el tiempo al sol

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Existe una razón que explica por qué las culturas que viven en climas cálidos realizan una siesta por la tarde. Durante esa franja horaria los rayos de sol son más perjudiciales, especialmente en verano.

Limitar las actividades al aire libre durante ese tiempo y disfrutar de un lugar a la sombra mientas bebemos una bebida fría es la mejor solución a este problema.

¡Comparte estos importantes consejos con todos tus amigos!

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