¿Alguna vez has oído hablar del fenómeno Fear of Missing Out? La traducción española sería "miedo a perdérselo".
Se trata de una obsesión cada vez más latente entre los jóvenes de nuestro siglo y es la incapacidad de poder disfrutar de lo que estamos viviendo porque sentimos que hay alguien que se lo está pasando mejor que nosotros o esta haciendo actividades más interesantes que las nuestras.
Esto tiene mucho que ver con la idea de que no estamos exprimiendo al máximo nuestro tiempo sumado a la excesiva exposición ante las redes sociales. Sobre todo Instagram que en muchas ocasiones parece una competición para decidir quién tiene la vida más maravillosa dentro del cibermundo.
¿Eres capaz de disfrutar realmente de tus viajes?
Esta aprensión ya era conocida antes de que los móviles inteligentes atravesaran nuestras mentes y cambiaran radicalmente nuestra forma de disfrutar de cada momento. Siempre ha existido ese pequeño "gusanillo" que muchos de nosotros hemos sentido al notar que alguien estaba teniendo vivencias más emocionantes que las nuestras.
El problema de la "era smartphone" es que ahora estamos continuamente expuestos a la vida de los demás. Es casi imposible entrar en Facebook o Instagram sin ver que tu vecina del quinto se va este verano de mochilera por Tailandia, mientras tú te vas tres días a un camping en un pequeño pueblo de Portugal.
Parte de la responsabilidad de esta forma de "sufrimiento" se encuentra encriptada en el nuevo mensaje de Carpe Diem, que se empeñan en trasladar los medios.
Sabemos que la vida es corta y que sientes que no tienes tiempo de vivir todas las experiencias que quieres, ni de visitar todos los lugares que quisieres, pero ¿sabes qué? Puede que tampoco vuelvas a visitar ese pequeño camping portugués nunca más.
Así que por qué no disfrutar de verdad el momento, pero el instante en el que estás viviendo justo ahora, en este instante. Sea en el lugar del mundo desde el que estés leyendo. Es tuyo.
Viajar es vida, sí. Cada viaje dejará en ti una huella imborrable, no por los selfies ni por lo exótico del lugar, tampoco por el número 'me gusta' que tiene esa puesta del sol recargada con filtros, sino porque un viaje sea a donde sea, es un recorrido a través de ti mismo.
Créeme tienes tiempo de visitar todos los lugares del mundo que necesites y de fotografiar todos los monumentos que desees, pero si ahora estás en Londres y no te da tiempo a hacerte la foto en el andén nueve y tres cuartos, no te preocupes. Seguro que tienes un millón de anécdotas e historias que suplen con creces lo bien que quedaría como foto de perfil en Facebook.
Deja de planificar el mapa del viaje al milímetro, y de imponerte horarios en tus propias vacaciones, por el temor de volver del viaje y no haber hecho todas esas cosas emocionantes que otro te dijo que deberías vivir.
Tú viaje es tuyo. Así deja de preocuparte de no disfrutarlo suficiente y empieza a disfrutarlo.
¿Crees qué podrás relajarte y disfrutar de tu próximo viaje? ¿Te ha pasado esto alguna vez? ¡Comparte con tus amigos y disfrutad juntos de vuestro próximo viaje sin agobios! Fuente: Conde Nast Traveller