Cuando Andrea Ott-Dahl consiguió quedarse embarazada después de varios meses de agotadores intentos, tanto ella como la pareja que la contrató como vientre de alquiler estaban eufóricas. La pareja finalmente tendría al bebé que tanto desearon después de seis años repletos de frustraciones.
Desafortunadamente, tan sólo unos meses después de la fantástica noticia del embarazo, los médicos encontraron algo raro en una de las ecografías. Aquel día, los padres del bebé descubrieron que su hija nacería con síndrome de Down. Ante aquella noticia, los padres le dijeron a Andrea que interrumpiese el embarazo pues los médicos afirmaban que el bebé no sobreviviría al nacimiento y que si lo hacía sufriría algunas deformaciones severas.
Facebook/Delaney Skye
Andrea se negó a aceptar aquella propuesta y decidió seguir con el embarazo hacia delante. A pesar de que los padres no querían tener nada que ver con el bebé tras el diagnóstico, Andrea se comprometió a darle todo el amor del mundo a la criatura que llevaba dentro.
El 2 de julio de 2013, nació Delaney Skype.
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Tras someter al Delaney a varias pruebas minutos después de su nacimiento, los médicos confirmaron que la niña sufría síndrome de Down aunque afortunadamente no padecía todas las complicaciones que se habían previsto en un primer momento.
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Por desgracia, el bebé tuvo que demostrar su fuerza y sus ganas de vivir cuando tuvo que superar una intervención en el corazón tan sólo unos días después de su nacimiento. Tras la operación, Delaney hizo una demostración de vitalidad al reponerse de la grave intervención en la mitad del tiempo de lo que los médicos habían previsto.
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Ya en casa, la pequeña Delaney creció con normalidad. Incluso llegó a caminar mucho antes que otros niños de su misma edad a pesar de todas las complicaciones que tuvo en su corto camino.
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En esta imagen podemos ver lo feliz que es Delaney realizando actividades al aire libre con Andrea. Por la sonrisa de su rostro podemos comprobar que no hay un sitio mejor donde ella quisiera estar en ese momento.
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Cuando no está corriendo o jugando con sus juguetes, Delaney muy probablemente estará abrazando a su hermano mayor Jared. La pequeña es todo corazón.
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A pesar del desalentador futuro que se preveía al principio, Delaney sigue creciendo y haciéndose cada día más fuerte. Su corazón se va fortaleciendo y ella ha superado las expectativas de todos los médicos que la atendieron durante su nacimiento.
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A continuación podrás ver el conmovedor mensaje de Delaney y su madre.
A sus tres años, Delaney sigue demostrando a todo el que le rodea su fuerza y sus ganas de vivir. Cada día que Delaney pasa junto a su familia es un regalo, esperemos que siga siendo así por mucho tiempo.