Cuando Hailey Hanestad tenía cinco años, su padre llegó a casa con un pequeño cachorrito que necesitaba un hogar. Pero esta criatura tenía algo muy especial...
Hace algunos años, el padre de Hailey Hanestad trajo a casa un animal inusual que necesitaba atención, cuidados y mucho amor. ¡Era un bebé coyote! Lo llamaron Wiley, y pronto se convirtió en un miembro más de la familia. De hecho, Wiley y Hailey eran prácticamente inseparables. Jugaban juntos, se acurrucaban juntos, y jugaban igual que cualquier niña haría con su perro. Ahora, Wiley se alimenta principalmente de venado y huevos fritos, y se niega a comer carne cruda. ¡Quiere que su comida esté cocinada! Wiley incluso se baña, ¡muy a su pesar! El padre de Hailey pasea a Wiley igual que un perro. Wiley tiene su propia parcela exterior con plantas y una madriguera, al igual que el hábitat natural de un coyote . Ahora Hailey tiene la excusa perfecta para la escuela. ¡Puede decir a los maestros que el coyote se ha comido su tarea! Comparte esta curiosa historia con tus amigos