Ser padre: Un trabajo intenso a tiempo completo

Ser padre: Un trabajo intenso a tiempo completo

  • Compártelo en redes
 banner
Enlace patrocinado

Todo el mundo sabe que tener un bebé supone un gran esfuerzo y los primeros meses suelen ser duros. De hecho, casi todo el mundo suele preguntarle a los nuevos padres si el bebé está durmiendo por las noches, como si esta fuese la clave mágica para que un ser humano se sienta completamente funcional.

Enlace patrocinado

[the_ad_placement id="social-sharing"]

Estos son los principales motivos por los que los padres suelen estar agotados:

1- Nunca duermen una noche entera

{keyword}
Public Domain Pictures

Dormir toda la noche en principio significa dormir tramos de más de 2 o 3 horas. Una vez que el bebé sobrepasa este punto, la gente parece olvidar lo que significa. Al principio, los padres suelen despertarse en estado de pánico cuando ven que el bebé no se despierta, y se acercan a ellos asustados, hasta que oyen su respiración.

Entonces, o bien no pueden volver a dormirse por la adrenalina, o porque desgraciadamente han despertado al bebé. Cuando aceptan que su hijo puede dormir toda la noche, el niño comienza a despertarse y venir a su dormitorio porque se han hecho pis en la cama o porque se han despertado y tienen miedo.

2- No hay tiempo para la tranquilidad

{keyword}
Linkedin
Enlace patrocinado

Cualquier cosa que antes hacías en un minuto, una vez que tienes hijos puede convertirse en toda una odisea. Nadie creerá que no tienes un segundo al día, pero es realmente así. El único momento en el que estarás solo es cuando vayas al baño, y a veces ni eso.

3- No hay días de descanso

{keyword}
Pinterest

Hoy en día, la mayoría de las personas no paran en su vida diaria y están siempre de un lado para otro; pero por suerte, pueden tomarse unos días cuando están enfermos o un día para no hacer nada de vez en cuando. Sin embargo, una vez que tienes hijos, no tienes derecho a estar enfermo. Tus hijos tienen que seguir comiendo, tener ropa limpia... Así que no hay tiempo para recuperarse.

4- Sus cerebros están sobrecargados

{keyword}
Wikimedia

No hay ni un momento de silencio. No pararás de escuchar "Mamá. Mamá. Mamá. Mamá", "¿Qué es esto?", "¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?" Tendrás la cabeza como un bombo todo el día. No es por cada pregunta individual, sino más bien el hecho de que cada segundo está lleno de preguntas. Además, muchas veces los niños hacen preguntas con difícil respuesta para su edad, así que a calentarse la cabeza.

5- Es difícil encontrar tiempo para estar con su pareja

{keyword}
Pexels

Lo que antes podías hacer cualquier noche de quedarte tomarte tomándote una copita de vino y charlando con tu pareja, con hijos se complica mucho. Para disfrutar de un momento juntos probablemente tendréis que esperar a que se duerman y para entonces probablemente estéis agotados. Pero a veces, vale la pena pagar el precio de renunciar a una noche de sueño completo para mantener la estabilidad matrimonial.

6- Preocupación constante

{keyword}
Flickr
Enlace patrocinado

Por mucho que intentes evitarlo, tener hijos hará que te salgan arrugas. No sólo por el agotamiento, sino también por la preocupación constante. Esta ansiedad de que a tus hijos les ocurra algo, hace que envejezcas irremediablemente. Son tantas las cosas que tienes en la cabeza: que se caigan, que ingieran algo tóxico, que se choquen, que alguien los rapte...

7- Limpiar, limpiar, limpiar

{keyword}
Maxpixel

Por supuesto que todo el mundo tiene que limpiar, pero cuando tienes hijos la cosa se multiplica por mil. Nunca consigues que todo esté ordenado y limpio. Mientras te encargas de algo, él estará ensuciando otra cosa y desordenando otra. Además de que se ensucian la ropa continuamente, ya sea cuando comen, porque se caen jugando o porque lo tocan todo.

Y aún así, después de apenas dormir, no tener ni un minuto para ellos, estar siempre preocupados y no parar nunca, son felices y hacen que sus hijos también lo sean.

¡Compártelo con todos los padres que conozcas para que se sientan identificados!

Imagen de portada: Rolloid Fuente: Huffingtonpost
Enlace patrocinado
  • Compártelo en redes