A todo padre le preocupa que ese angelito que tiene por hijo se termine convirtiendo algún día en todo un rebelde. Es un miedo que acompaña a todos los padres que solo desaparece cuando sus hijos consiguen superar la etapa de la adolescencia sin demasiados problemas.
Bert Fulks, bloguero y padre de tres hijos, ha tenido el privilegio de trabajar ayudando a niños que reciben terapia por algún tipo de adicción. Gracias a su labor, Bert ha podido aprender mucho acerca de estos niños y sus problemas, tanto que ha sido capaz de aplicar las lecciones recibida a la educación de sus propios hijos.
Un día, cuando descubrió que en la mayoría de los casos los niños siguieron malos caminos por el simple hecho de que no supieron cómo escapar de las situaciones en las que se vieron involucrados por accidente, Bert se dio cuenta de que proporcionar una ruta de escape segura para estos casos podría marcar la diferencia entre vivir o no situaciones potencialmente peligrosas para el futuro de los chicos.
Sigue leyendo para conocer esta inteligente táctica que todos los padres están aplicando para asegurar el bienestar de sus hijos.
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Bert Fulks y su esposa hacen todo lo que pueden para conseguir que sus hijos sean personas de bien. Gracias a la labor que desempeña apoyando a jóvenes que han tenido una vida problemática, son muy consciente de que no importa lo bien que eduques a tus hijos, siempre terminarán viviendo alguna situación difícil o problemática que puede marcar el transcurso de sus vidas.
Es necesario aprender cómo reaccionar y cómo actuar cuando nos encontramos en situaciones desagradables o con las que no nos sentimos identificados. En muchas ocasiones, la vergüenza, la inseguridad o el miedo a la humillación hace que muchos adolescentes se vean arrastrados por comportamientos dañinos de otros jóvenes. Bert sabe que sus hijos tienen que aprender a gestionar este tipo de situaciones por su cuenta, pero también entiende que es necesario darles el apoyo que necesitan para salir con seguridad y rapidez si alguna vez lo necesitan.
Es por eso que decidió crear algo que él llama el "Plan X".
Bert: ¿Sacaste a los perros? Danny: Sí. Danny: ¿Puedo ir a casa de Steven? Bert: ¿Terminaste los deberes? Danny: La mayoría. No me queda mucho. Steven y yo vamos a trabajar en un proyecto.
Después de trabajar varios años con los chicos de su grupo de apoyo, Bert se dio cuenta de que casi todos ellos podrían haberse librado de alguna que otra mala experiencia si hubiesen tenido una forma de salir de aquella situación.
"Hace poco les hice una simple pregunta a estos niños, '¿Cuántos de vosotros os habéis visto arrastrados a situaciones que hicieron que os sintieseis incómodos pero no supisteis como escapar y tuvisteis que permanecer allí?' Todos levantaron las manos."
Es por eso que decidió establecer una palabra clave con sus hijos con la que pudiese saber que necesitan. Da igual que vayan a un baile o una fiesta, a la casa de un amigo o a las recreativas, Bert siempre estará atento a cada mensaje de sus hijos.
Bert: ¿Cómo llegarás? ¿Cuándo? Danny: Su madre puede recogerme. Creo que pasaré la noche si todo va bien. Bert: OK. Pórtate bien. Recuerda quién eres. Y de quién eres. Danny: Lo sé. Gracias. Danny: X.
Para entender bien el método, Bert realiza un pequeño simulacro con su hijo Danny. En el ejemplo intercambia mensajes con su hijo menor cuando este le pide permiso para dormir en la casa de un amigo, Bert le recuerda: "Sé bueno. Recuerda quién eres. Y de quién eres".
Su hijo responde: "Lo sé. Gracias."
Luego, más tarde esa misma noche, su hijo le envía otro mensaje en el que aparece una única "X".
La letra "X" es la palabra clave acordada entre Bert y su hijo.
Tan pronto como Bert ve ese mensaje sabe que su hijo necesitaba abandonar la casa de su amigo inmediatamente.
"Todo lo que tiene que hacer es mandarnos un mensaje con la letra 'X' a cualquiera de nosotros (su madre, su hermano mayor, su hermana o a mí). El que recibe el mensaje debe seguir un proceso muy sencillo. Después de unos minutos debe llamar a Danny y hablar lo siguiente:
Danny: ¿Hola? Bert: Danny, ha surgido un problema y tengo que ir a buscarte ahora mismo. Danny: ¿Que pasó? Bert: Te lo diré cuando llegue. Estate listo para salir en cinco minutos. Voy de camino.
En ese momento, Danny le cuenta a sus amigos que algo ha sucedido en casa, que alguien viene a buscarlo y que tiene que irse.
Esta solución es válida y muy útil para cualquier niño que quiera escapar de alguna situación en la que no se sienta cómodo apoyándose en su familia.
Enviar un mensaje que parezca un error tipográfico es la manera perfecta de alertar discretamente a cualquier padre sobre que algo anda mal para huir inmediatamente.
Bert hace hincapié que este plan es una forma de evitar problemas y no una forma de solucionarlos. Es más, los niños no tienen por qué comentar de qué estaban huyendo si no lo desean. Tampoco deben meterse en problemas familiares si necesitan usar este método de escape ni sufrir todo un interrogatorio.
Si el adolescente piensa que tendrá problemas al recurrir a las figuras paternas, existe la posibilidad de que no pida ayuda y al final termine en una situación peor respecto a la que se encontraba.
Esperamos que cada vez más padres se inspiren en el plan de Bert y creen versiones adaptadas a su propia familia.
