Lo más importante en la vida de un niño es ese momento en el que deja de usar zapatillas con velcro para adentrarse en el mundo de los cordones, pero para ello tiene que aprender primero a realizar el nudo de forma correcta, ya sea el conejito o un nudo marinero, los cordones no pueden quedar colgando.
Con el paso de los años, atarse los cordones se convierte en una acción automática en la que ya no vuelves a pensar, hasta que te encuentras con esos zapatos, diseñados por el demonio, cuyos cordones no dejan de desatarse. ¿Qué hacer en estos casos?
El nudo permanente diseñado por ingenieros
Un grupo de ingenieros, con cordones de los citados anteriormente, se ha reunido para encontrar el nudo definitivo, aquel con el que los cordones no se volverán a desatar jamás.
Este equipo, capitaneado por el profesor de ingeniería mecánica Oliver O'Reilly demostró que la fuerza que ejerce sobre el calzado el golpe del talón contra el suelo y el balanceo del pie al caminar, son los culpables de que el nudo se afloje.
A pesar de ser un grupo de científicos, la prueba práctica era primordial en el estudio. Diseñaron cientos de nudos, pero había que ponerlos en práctica. "Pasamos fines de semana enteros caminando por los pasillos, arriba y abajo". Una vez determinado el motivo, era hora de diseñar el nudo.
Había unos nudos más firmes y otros más endebles, pero la clave estaba en la segunda vuelta y descubrieron que la clave era el extremo izquierdo del cordón en esa segunda vuelta.
¿Por dónde pasa el extremo izquierdo del cordón?
Si alguna vez has intentado anudarte los cordones con un manual escrito, habrás perecido en el intento, lo mejor es ver cómo se hace y en estas imágenes, sacadas del estudio, aprenderás a anudarte los zapatos con un nudo irrompible.
Si la eficacia no es tu prioridad y simplemente quieres presumir de nuevas formas de anudar tus cordones, aquí te dejamos con tres ideas que te dejarán con la boca abierta.