A veces puede ser incómodo hablar sobre nuestro cuerpo, sobre todo si se trata de problemas de salud.
Los estigmas tradicionales en contra de los temas de salud de las mujeres nos han hecho que nos cueste compartirlos, o preguntarnos cuándo queremos saber más sobre ellos.
Pero por suerte, muchas mujeres han dado un paso al frente contando sus historias y compartiendo imágenes sobre su salud. Una de estas mujeres, sin miedo a hablar en nombre de su cuerpo, es Natashjja Heming.
Ha estado mucho tiempo preocupada por su dolor pélvico, el cual le ha estado molestando desde que era una adolescente.
Al principio, los médicos le decían que nada serio le estaba causando esa sensación de presión, pero ella no se quedaba satisfecha y finalmente encontró a un especialista que le hizo más pruebas.
Cuando le hicieron una ecografía, descubrieron un quiste importante que confirmó que sus sospechas de que algo iba mal eran ciertas.
A continuación puedes saber más sobre este intrigante misterio médico que seguro que te da fuerzas para compartir tus problemas médicos.
Desde los 13 años, Natashjja Heming recuerda sentir una presión, un dolor crónico en el lado izquierdo de la región pélvica.
Ella y su madre pensaban que podía ser debido a una endometriosis e intentaron que se lo diagnosticaran, pero los médicos no le detectaban nada extraño y le aconsejaron que continuara tomando la medicación para el dolor.
Pero el dolor persistía más allá del instituto. Natashjja sufría en silencio, mientras se preguntaba por qué el dolor era tan fuerte.
Cuando cumplió los 22, tenía una molestia constante y decidió acudir a un médico nuevo.
Esta vez, el médico estuvo de acuerdo en llevar a cabo un proceso de exploración con una ecografía.
Casi instantáneamente, el médico descubrió una anormalidad y llamó a otros especialistas para que lo vieran.
Resultó que Natashjja no estaba exagerando el dolor; tenía un quiste del tamaño de un melocotón alrededor de las trompas de falopio.
El quiste fue diagnosticado como un quiste dermoide, que es probable que lo haya tenido desde que nació.
En el interior del quiste, los médicos detectaron pelo, tres dientes, líquido cefalorraquídeo, y tejido cutáneo.
Muchos médicos afirmas que estos quistes se desarrollan cuando uno de los gemelos absorbe al otro en el útero, y como en la familia de Natashjja hay casos de gemelos, ella bromeó diciendo que debía haberse comido a su gemelo en el útero.
Tras recibir el diagnóstico, se sintió aliviada de saber que el dolor que había sentido durante todos estos años era real.
Pero los médicos le contaron que el quiste podría crecer hasta tener el tamaño de un mango si no tenía cuidado.
Durante el difícil proceso, el quiste reventó, fue muy doloroso, pero finalmente se recuperó satisfactoriamente.
Después de la dura experiencia, Natashjja ha sido una gran defensora de que las mujeres compartan sus sentimientos y sensaciones sobre su cuerpo.
A pesar de lo que los profesionales médicos puedan diagnosticarte un problema, nunca debes sentirte incómoda sobre los temas que tengan que ver con tu salud, o por querer pedir una segunda opinión.
Si crees que todos los pacientes deben ser firmes e insistentes sobre su salud... ¡Comparte esta historia con tus familiares y amigos! Fuente: LittleThings