Todos conocemos estos clichés: los hombres son duros y las mujeres son sensibles. Las mujeres son más cariñosas y los hombres no muestran sus emociones... Sin embargo, una investigación reciente que examinó el cerebro de ambos sexos, dedicando especial atención al centro de emociones del cerebro, sugiere que podríamos esta creencia está realmente equivocada.
"La creencia que sostiene que el cerebro masculino es diferente al femenino no es cierta", decía Lise Eliot, profesora de neurociencia en la Facultad de Medicina de Chicago. "No es cierta en lo que concierne a la amígdala y está empezando a comprobarse que tampoco es cierta para el hipocampo, para el cuerpo calloso, para la dominancia entre el hemisferio izquierdo y derecho del cerebro y tampoco hay ningún atributo del cerebro que lo identifique como masculino o femenino".
La profesora Lise, quién ya explicaba en su libro "Pink Brain, Blue Brain" cómo los estereotipos de género se refuerzan en los cerebros jóvenes, lideró recientemente una investigación en la que analizó 6.726 resonancias magnéticas tomadas de 58 estudios independientes. Su equipo observó los escáneres cerebrales de hombres y mujeres y cuantificó el volumen de la amígdala en cada sujeto, la cual, debido a algunas investigaciones anteriores utilizando modelos animales se creía mayor en los hombres que en las mujeres.
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La amígdala forma parte del sistema límbico y juega un papel principal en el procesamiento y el almacenamiento de las reacciones emocionales. Los investigadores descubrieron que los volúmenes de la amígdala eran de aproximadamente un 10% por ciento más grandes en los cerebros masculinos. Sin embargo, Eliot afirma esta diferencia se debe al tamaño relativo respecto al cuerpo de los hombres, lo cual también explica que los hombres posean un cerebro entorno a un 10-12% más voluminoso respecto al de las mujeres.
El hallazgo del equipo de la Universidad Franklin, que fue publicado en la revista "NeuroImage", es el último de una serie de estudios que han intentado encontrar diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos sin resultados aparentes.
Por otro lado, el equipo de Eliot encontró en un estudio de 2015 que no existe diferencia apreciable en el tamaño del hipocampo masculino y femenino. El hipocampo juega un papel clave en la consolidación del aprendizaje de la memoria a corto plazo, en la memoria a largo plazo y en la navegación espacial.
Un estudio de 1997 de la Universidad de Alberta se analizó las exploraciones de 49 estudios publicados desde 1980 y no se encontró diferencias sexuales significativas en el tamaño o forma del cuerpo calloso del cerebro. Parte del cerebro compuesto de nervios que permiten la comunicación entre los dos hemisferios del cerebro.
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Respecto a la creencia popular que existe acerca de que las mujeres tienden a utilizar más el lado derecho del cerebro, es decir, el hemisferio asociado con la creatividad, en lugar de las características analíticas tan necesarias para el cálculo comúnmente vinculadas con el cerebro izquierdo, también ha sido puesto en tela de juicio.
Un estudio de 2014 realizado por la Universidad de Ciencias de Utah afirmó que no existen evidencia en las imágenes cerebrales que indique que unas personas utilizan más el hemisferio derecho o el derecho.
Una de las investigaciones más completas examinó varias áreas del cerebro y analizó el volumen de materia gris y materia blanca en los cerebros de más de 1.400 individuos. Tras analizar los datos, los investigadores de la Universidad de Tel Aviv, Israel, concluyeron que todos nuestros cerebros parecen compartir un mosaico de formas que no dependen del género.
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En última instancia, uno podría preguntarse si las hormonas entran en juego en el desarrollo del cerebro, haciendo que los hombres y las mujeres puedan pensar de manera diferente. Sin embargo, una vez más dice Eliot afirma que la investigación demuestra lo contrario.
"Los estudios que han intentado encontrar los efectos del estrógeno y la testosterona en las habilidades de pensamiento o habilidades emocionales han sido muy incompletos", remarcó. "Lo único que sabemos con certeza es que la testosterona aumenta el deseo sexual en ambos sexos, aparte de eso, el estrógeno y la testosterona parecen no tener ningún efecto en las habilidades cognitivas".
"La idea de que los cerebros de hombres y mujeres son diferentes es sólo un estereotipo", afirmaba Eliot. "La realidad es que existen hombres sensibles y mujeres insensibles, mujeres agresivas y hombres profundamente emocionales."
