Seguro que te has preguntado alguna vez por qué tu pequeño amigo se coloca siempre hacía el mismo lado e innumerables teorías han salido a la luz. Quizás es tan simple como que si eres zurdo tu pene mira hacía la izquierda y si eres diestro al revés, o que se inclina al lado dónde puede colocarse en los vaqueros.
¿Para que lado apunta tu herramienta?
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Si piensas que el motivo es tan simple, estás equivocado. Nada de lo que hagas en tu vida diaria puede modificar la dirección en la que mira tu miembro, es algo con lo que naces y no puedes hacer nada para cambiarlo.
El cuerpo humano es simétrico desde cierta distancia pero al acercarte, empiezan a verse las diferencias entre un lado y otro. Tu pene está en el centro y tenía que decidirse por uno de los dos lados.
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La mayoría de los mamíferos tiene un pequeño hueso en el interior de su miembro para dar estructura a la erección y ayudar a la reproducción. En los humanos, el pene está compuesto por tejido esponjoso que se llena de sangre para procurar la erección. Estos tejidos están sujetos por un hueso púbico a una "raíz" de dos lados. La clave de la cuestión.
Seas del lado que seas, no puedes hacer nada para cambiarlo
Como el resto de nuestro cuerpo, los dos lados de estas raíz no son simétricos, por lo que el pene apunta a un lado u otro dependiendo del lado más grande de la raíz y la gravedad se encarga de girar el resto.
Existen casos donde la desviación es tan evidente que puede producir dolorosas erecciones, pero normalmente es producido por alguna lesión en la zona de la entrepierna.
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El lado en el que tu pene se siente más cómodo es algo que no puedes cambiar, al igual que su tamaño, forma, grosor y curvatura. Si tienes alguna queja, puedes recriminar directamente a tus padres, que son los únicos que han tenido algo que ver con la creación de tu anatomía.
