¡Menudo invento! Estas bebidas tan populares, además de estar presente en casi todas las mesas durante las comidas, son capaces de eliminar la suciedad de las baterías del coche o dejar relucientes los inodoros.
¿No sería raro que algo con unas capacidades de limpieza tan altas no nos "limpiase" demasiado a nosotros también?
Después de observar cómo sus pacientes continuaban sufriendo enfermedades relacionadas con la obesidad incluso después de llevar una dieta sana y baja en grasas, el doctor Niraj Naik decidió realizar una investigación más detallada sobre qué comían y qué bebían sus pacientes.
En esta investigación, el doctor Naik descubrió que la fructosa, sobre todo el jarabe de maíz con altos niveles de fructosa, estaba estrechamente relacionado con la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón.
Una sola lata de estos refrescos puede afectar a tu cuerpo con más fuerza de lo que pensabas y sólo necesita 60 minutos para conseguirlo. A continuación podrás conocer exactamente cómo va actuando esta bebida azucarada en tu organismo.
Tras los primeros diez minutos, unos diez terroncitos de azúcar entran en tu cuerpo. La fructosa es un tipo de azúcar que sólo puede ser metabolizada por el hígado siguiendo casi la misma vía metabólica que el alcohol. Esto explica por qué muchas personas que no consumen alcohol pueden acabar con problemas de hígado graso.
A los 20 minutos, los altos niveles de azúcar en la sangre hacen que tu cuerpo libere insulina desde el páncreas para evitar que la glucosa que se encuentra en el torrente sanguíneo alcance niveles peligrosos. El hígado solo puede metabolizar una cantidad máxima de azúcares, por lo que el exceso será convertido en ácidos grasos que serán devueltos al torrente sanguíneo. Adivina donde se almacenan estos ácidos grasos, ¡correcto!, en las células de grasa.
Además de azúcar, estos refrescos contienen cafeína, una sustancia altamente adictiva. Después de 40 minutos, tu cuerpo comenzará a absorber toda la cafeína haciendo que tus pupilas se dilatan y que tu presión arterial aumente.
Tanto la cafeína como el azúcar estimulan los mismo receptores del cuerpo que las drogas ilegales. Después de 45 minutos, tu cuerpo estimula la producción de dopamina, haciendo que te sientas fenomenal y se te dilaten aún más las pupilas. Esta reacción se ha comparado muchas veces con los efectos que sufrimos tras el consumo de heroína.
A los 60 minutos, el efecto diurético de la cafeína hace que necesites ir al baño. Quizás pienses que solo estás evacuando un poco de agua, pero la realidad es mucho peor. Si tomas refrescos puedes ir despidiéndote de la estructura ósea de tus huesos así como de los minerales más importantes del calcio, zinc y magnesio.
Cuando la fiesta se termina, empiezas a sentirte cansado e irritable ya que la cafeína empieza a desaparecer. Entonces decides tomarte otra lata de refresco para recuperarte y volver a concentrarte, pero por desgracia, es un ciclo que nunca se acabará.
La próxima vez que quieras consumir estos refrescos ya estarás informado sobre lo que le está ocurriendo realmente a tu cuerpo. Recuerda que el verdadero culpable es el jarabe de maíz con altos contenidos de fructosa. Esta sustancia se encuentra en infinidad de alimentos procesados y bebidas, así que ya sabes, cuida tu cuerpo y él te cuidará a ti.
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