La sandía es una fruta amada por casi todas las personas. Se consume sobretodo en verano y podríamos considerarla la fruta de moda, la vemos en estampados de bañadores, sábanas, cascaras de móvil, etc. Pero en China, la fruticultura ha tenido efectos perjudiciales para esta fruta.
Cuando nos encontramos con la noticia de las sandías explosivas chinas, al principio pensamos que se trataba de una broma, pero según fuimos investigando cada vez nos dio más miedo.
Los agricultores chinos, sin saberlo, habían estado utilizando un fertilizante que contiene una sustancia química llamada forclorfenurón.
Esta sustancia es capaz de aumentar el tamaño de una sandía en un 20% a un ritmo mucho más rápido de lo normal, lo que a largo plazo conduce a mayores ganancias. Al menos eso es lo que pensaba la empresa de fertilizantes.
Cuando los agricultores se dieron cuenta de que cuando abrían una sandía por la mitad esta tenía grietas en su interior, supieron que algo no iba bien. Esta sustancia incluso alteraba el sabor y la textura. También vieron que la mayoría de las semillas que contenía la fruta eran blancas, cuando originalmente deberían ser negras.
Parece como si este producto químico, utilizado desde principios de 1980, hiciese explotar la sandía por dentro, pero, según el Director del Instituto Vegetal de Investigación en la Academia de Ciencias Agrícolas de Qingdao, Cui Jian, declaró que no era perjudicial para la salud. Aunque afirmó que era mejor mantenerse alejados de alimentos alterados químicamente.
Tras las declaraciones de Jian, la EPA (Agencia de Protección Ambiental) contrarrestó argumentando que este fertilizante también se utiliza en los kiwis y las uvas y que se ha demostrado que es citotóxico y que puede conducir a problemas de la dermis, orales e intoxicación respiratoria si se ingiere.
Aunque no es cancerígeno, la sustancia contiene toxinas que pueden conducir a problemas más grandes que incluyen el aumento de lesiones del estómago. Se han realizado múltiples pruebas en animales y se ha demostrado que causa daños.
Además las sustancias químicas del fertilizante pueden propagarse en el medio ambiente y esto conduce a efectos perjudiciales para la salud que se derivan de la combinación química de la flora y la fauna.
El gobierno chino continuará utilizando su poder para que sus agricultores continúen utilizando este fertilizante sin tener en cuenta los efectos negativos que tiene para la salud y el medio ambiente, algo completamente indignante.
La CCTV, la cadena nacional de China, también confirmaba que las recientes explosiones son culpa del forclorfenurón. Esta sustancia química se utiliza legalmente en China, pero también en otros países como los Estados Unidos, en cultivos que incluyen el kiwi y las uvas. Actúa sobre el tamaño del fruto provocando un aumento en la división celular del mismo.
El vídeo que te acabamos de enseñar, nos muestra el drama de los campesinos chinos. Mingsuo Liu dice que comenzaron a explotar unas 80, luego 100. Dada la magnitud de los daños, ha dejado de contarlas, obsesionado por la carne roja y la dispersión de las semillas en todas direcciones.
¿Ha llegado el momento de reflexionar si deberíamos empezar a cuestionarnos algunas de las técnicas de cultivo? ¡Comparte este artículo si estás a favor de una alimentación sana!