El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más común que existe, y afecta principalmente a la memoria, al pensamiento y a la conducta, como bien afirma la Asociación de Alzheimer. Aunque la enfermedad de Alzheimer se desarrolla sobre todo en los ancianos, es decir, personas mayores de 65 años, no es algo normal en el proceso de envejecimiento. El Alzheimer es una enfermedad, e incluso puede desarrollarse en personas de 40 y 50 años.
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Es una enfermedad progresiva que actualmente no tiene cura. Según el INE, el Alzheimer es una de las 10 causas principales de muerte en ancianos. Los diagnosticados viven un promedio de ocho años después de que sus síntomas se hagan evidentes, aunque la supervivencia de una persona diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer puede variar de cuatro a 20 años dependiendo del resto de condiciones.
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Los investigadores todavía tienen mucho que aprender sobre esta enfermedad cerebral, pero lo que sí saben es que los cambios cerebrales complejos se hacen evidentes incluso antes que los síntomas. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento dice que los daños en el cerebro se inician 10 años antes que los daños de la memoria, surgen problemas mentales y de comportamiento. La enfermedad destruye a las células nerviosas y tejidos del cerebro. Con el tiempo, el cerebro encoge y afecta a casi todas las funciones cerebrales.
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El Alzheimer es una enfermedad cerebral que causa una disminución gradual de la memoria, el pensamiento y la capacidad de razonamiento. Hay 10 señales claras que advierten de la posibilidad de sufrir esta enfermedad. Es importante tener en cuenta que algunas personas pueden tener diferentes signos o síntomas y en diversos grados.
1- La pérdida de memoria que altera la vida cotidiana.
Una de las formas más comunes de pérdida de memoria asociada con la enfermedad de Alzheimer es olvidar las cosas aprendidas recientemente así como fechas o eventos importantes.
2- Dificultades en la resolución de problemas.
Un claro ejemplo es tener dificultades a la hora de hacer una comida que sabías hacer perfectamente.
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Ya sea en el trabajo, en casa o mientras se realiza una actividad, las personas con Alzheimer tienen dificultades para completar las tareas diarias.
4- Confusiones de tiempo y lugar.
Las personas con Alzheimer tienen problemas recordando fechas, se pierden fácilmente e incluso pierden la noción del tiempo. A veces incluso se olvidan de dónde están.
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El Alzheimer puede afectar a la capacidad que tienen las personas para leer, conducir o incluso ver bien a una distancia normal.
6- Desarrollo de hablar o escribir problemas.
Las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para seguir una conversación o incluso repetir muchas veces la misma frase. A veces también se esfuerzan demasiado por encontrar la palabra adecuada.
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Las personas con Alzheimer pierden cosas y no son capaces de recordar dónde la habían visto por última vez.
8- Falta de juicio.
La enfermedad de Alzheimer afecta al juicio y toma de decisiones de las personas. Puede hacer que hagan algo que no harían si no estuviesen enfermos. Un ejemplo es el hecho de regalar una gran suma de dinero a un vendedor por teléfono.
9- Evitar las actividades sociales y de trabajo.
Las personas con Alzheimer suelen dejar de ir a sus eventos sociales favoritos o de realizar sus actividades preferidas porque tienen problemas para recordar que les gusta o se dan cuenta de que sus interacciones sociales han cambiado.
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El Alzheimer puede afectar al estado de ánimo de las personas e incluso a su personalidad. La enfermedad tiende a hacer que la gente este confundida, deprimida e incluso ansiosa.
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Si notas que tú mismo o que algún ser querido está sufriendo estos síntomas, es importante que consultes a un médico de inmediato.
Aunque la enfermedad en sí no se puede curar, diagnosticar la enfermedad cuando aún no está muy avanzada es muy importante para: - Beneficiarse más y mejor del tratamiento - Tener más tiempo para planear el futuro - Reducir la ansiedad ante síntomas desconocidos - Participar en pruebas médicas de medicamentos que pueden ayudar a luchar contra la enfermedad. - Tener mayor capacidad mental para gestionar los asuntos familiares y económicos que debe dejar resueltos en su ausencia. - Tener más tiempo para establecer relaciones con los médicos - Acceder a los servicios de atención y apoyo para que los pacientes y sus familias pueden manejar más fácilmente la enfermedad.
Es una enfermedad que puede afectarnos a cualquiera de nosotros. Lo mejor es estar alerta y acudir a nuestro médico en cuanto notemos los primeros síntomas.
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