Aunque es cierto que las bebidas energéticas pueden servirnos de gran ayuda en esos momentos en los que necesitamos un impulso de energía cuando estamos cansados, no deberíamos consumirlas de forma habitual ya que podría afectar negativamente a nuestros corazones.
Un nuevo estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón sugiere que ese chute de energía que experimentamos podría pasar factura al sistema eléctrofisiológico del corazón y a la presión arterial.
Lo más sorprendente es que, a diferencia de lo que podríamos pensar a priori, el problema no está relacionado con los elevados niveles de cafeína que suelen tener este tipo de bebidas.
Para el estudio, los investigadores dividieron a 18 jóvenes participantes en dos grupos. El primero recibió 1 litro de una bebida energética que contenía 108 gramos de azúcar, 320 miligramos de cafeína y otros compuestos. El segundo, una bebida de control con la misma cantidad de cafeína, zumo de limón y jarabe de cereza.
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Seis días más tarde, después de que en teoría la bebida hubiese sido completamente eliminada del cuerpo, los dos grupos cambiaron las bebidas. A continuación, se les midió la presión arterial y la actividad eléctrica cardíaca cinco veces en las 24 horas siguientes tras consumir las bebidas.
Los investigadores encontraron que el grupo que había consumido la bebidas energéticas mostraban un intervalo QT más rápido, es decir, el tiempo que tardan los ventrículos del corazón en generar un latido. Cuando estos intervalos son demasiado largos o demasiado cortos, puede causar un latido anormal del corazón.
En términos de presión arterial, ambos grupos tuvieron incrementos similares en la presión sistólica aunque los que tomaron bebidas energéticas sí que necesitaron más tiempo para que sus lecturas se estabilizasen a un nivel normal.
Los investigadores concluyeron por tanto que, además de la cafeína, otros compuestos podrían jugar un papel fundamental para la salud de nuestro corazón, aunque aún será necesario realizar evaluaciones adicionales para dilucidar cuáles son las causas de los efectos negativos.
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Lo cierto es que encontrar respuesta a esa pregunta podría ser todo un desafío, ya que cada marca tiene su propia mezcla de ingredientes patentados. Entre los más comunes se incluyen el guaraná, una bebida de cacao brasileño que también contiene cafeína, y taurina, un aminoácido.
Por otro lado, un estudio australiano de 2012 informaba de los posibles peligros que acarreaba mezclar ciertos ingredientes que podemos encontrar en estas bebidas, especialmente cuando también se mezclan con alcohol u otros estimulantes.
Otro obstáculo es que el estudio mencionado anteriormente tiene limitaciones, especialmente en términos del número de participantes y la duración del experimento.
Contar con tan pocos participantes hace que los resultados no sean del todo concluyentes y que a partir de este estudio no sea posible entender los efectos a largo plazo del consumo de bebidas energéticas en el corazón. Además, el estudio se realizó en adultos jóvenes sanos. No se sabe cuál podría ser el efecto de estas bebidas en alguien que ya tiene problemas de corazón.
Habrá que hacer más investigación para confirmar los resultados. Pero por ahora los investigadores sugieren que las personas que tienen presión arterial alta deberían ser especialmente cautelosos a la hora de consumir este tipo de bebidas estimulantes.
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