Nos pasamos la niñez deseando llegar a los 18 años y poder sacarnos el carnet de conducir para poder tener la independencia de nuestros padres e ir en coche a donde queramos, pero al hacerte mayor, te compras tu propio coche, y ese es el principio del fin.
Un coche es una de las pocas compras que se devalúa con el tiempo y en la que no pararás de gastarte dinero desde el momento en que te dan las llaves. Gasolina, neumáticos, aceite... por no decir lo que te cobra un mecánico por mirar de soslayo a tu bólido.
Si quieres ahorrar un dinerillo, lo mejor es ponerte manos a la obra y convertirte en tu propio mecánico.
Esto es lo que debes saber para ser el mecánico de tu propio coche
Saber qué le pasa a tu coche
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Lo primero es saber qué le pasa a tu coche, si no cualquier mecánico te podrá contar misa e intentar arreglarte lo que ya estaba perfecto. Desde estar atento a las señales que te envía tu coche para saber qué le pasa.
El mayor chivato de todos está en tu salpicadero, y es que esas lucecitas de colores que se encienden, no están para tu entretenimiento, te dicen qué le está pasando a tu coche.
Limpiaparabrisas
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El limpiaparabrisas es, para muchos, un ser inmortal que todo lo puede, pero como la mayoría de las piezas de tu coche, necesita un cambio de vez en cuando. Puedes hacerlo tú mismo y no te llevará más de 1 hora. Limpia toda la luna de hojas secas y retira los viejos limpiaparabrisas. Todos los limpiaparabrisas vienen con instrucciones para colocarlos.
Filtro del aire
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Todo mecánico que se precie aprovecha cualquier avería de tu coche para decirte que a tu filtro del aire le hace falta un cambio, y lo más probable es que sea cierto, ya que se deben cambiar una vez al año o cada 20,000 km.
Lo único que tienes que hacer es identificar el filtro de aire que se encuentra en una caja rectangular, extraer el antiguo, prestando especial atención a su posición, y después colocar el nuevo. En 10 minutos estará listo.
Cambiar el alternador
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Si tras cambiar tu batería, tu coche sigue sin arrancar, el problema está en el alternador, y no es tan difícil de cambiar como te podrías imaginar.
Solo necesitarás una palanca y una buena llave. Afloja la tensión de la correa, destornilla el viejo alternador y ahora solo tienes que colocar el nuevo y dar la tensión necesaria a la correa con la palanca.
Luces
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Lo difícil a la hora de cambiar una luz es acceder al foco, no tanto sustituirlo. Si se trata de una luz trasera, se podrá acceder con facilidad desde el maletero, pero si es una de las frontales, la cosa se complica. Lo más sencillo y común entre todos los modelos de coche es abrir el capó y buscar la tapa trasera de los faros.
Ahora que ya tienes tu luz localizada, comprueba que está realmente fundida, es decir, que el filamento de la bombilla está roto, si no es así, es que el problema está en otro sitio. Si el filamento está roto solo tienes que sustituirla por una bombilla nueva.