Siempre que quedamos con amigos a comer, llega el incómodo momento de pedir la cuenta y pagar "la multa". Entonces, ¿se divide toda la cuenta entre todos los comensales?, ¿cada uno paga su plato? En ese caso, ¿quién paga los platos compartidos?, ¿y la botella de vino que se han pimplado los de la otra punta de la mesa?
Para estos casos, existe una solución divertida y emocionante a partes iguales conocida como la "credit card roulette" (la ruleta rusa de las tarjetas de crédito). La dinámica del juego es muy sencilla y la finalidad del mismo se puede resumir en que, como imaginas, una persona paga el pato.
Las reglas del juego
Aunque puede jugarse de muchas maneras diferentes, las reglas que suelen usarse con más frecuencias plantean que:
1- Primera regla
Después de una comida, unos segundos antes de que llegue el momento de pagar la cuenta, todos los que quieran jugar deben darle su tarjeta de crédito al camarero, quien será el encargado de elegir una tarjeta al azar.
2- Segunda regla
Se puede escoger directamente la tarjeta "ganadora", con la que se pagará íntegramente todo el festín, o devolver una a una las tarjetas "finalistas" hasta que solo quede una. No hay duda de que la segunda opción genera más expectación y risas.
El juego es adictivo, no hay duda de ello. La posibilidad de ganar y comer "de gratis" o perder y pagar por todos son tan extremas que la tensión que genera en todos los comensales es ridícula.
3- Tercera regla
Para evitar que una que una que siempre paguen los mismos, se recomienda que las personas que hayan pagado en una comida o cena estén exentos de participar en las siguientes rondas o ruletas.
En contra del juego, la comida o cena con los amigos puede salir por un ojo de la cara. A favor del juego, la estadística juega siempre a favor del participante y garantiza unas cuantas risas en la sobremesa.
¡Comparte esta divertida forma de pagar las comidas con todos tus amigos!