Cuando las personas que nunca han tenido perro ven a sus amigos llorar la pérdida de su mascota, es probable que piensen que se trata de una reacción un poco exagerada; al fin y a cabo se trata "sólo de un perro".
Sin embargo, aquellos que sí que han tenido un perro y lo han querido, saben la verdad: su mascota no es "sólo un perro".
Más de una vez, hemos escuchado a gente sentirse culpable al confiarme a alguien que se han sentido más afligidos por la pérdida de su perro que por la de un familiar o amigo.
Esta investigación ha confirmado que para la mayoría de personas, la pérdida de un perro es, en casi todos los sentidos, comparable a la pérdida de un ser querido humano. Lo que ocurre es que, por motivos culturales, no existen rituales de duelo para las mascotas, lo que hace que nos sintamos un poco más incómodos a la hora de demostrar demasiado dolor en público por la pérdida de nuestros fieles amigos.
Quizás si esas personas que no lo entienden, se dieran cuenta de lo fuerte e intenso que puede llegar a ser el vínculo entre las personas y sus perros, este tipo de dolor sería más aceptado. Además de que ayudaría en gran medida a sus dueños a aceptar su muerte y avanzar en sus vidas.
Un enlace especial entre especies
Se han encontrado evidencias que apoyan que los hombres y los humanos viven juntos desde hace 13.000 años. Inicialmente las manadas de los lobos seguían a los seres humanos en busca de restos de comida. En algún momento, los lobos más amigables se acercaron a los seres humanos, y estos los tomaron como compañeros. El vínculo era en beneficio mutuo, los seres humanos les proporcionaban refugio y protección, y los lobos les ayudaban con las presas. Lo interesante de todo esto es que, los perros evolucionaron junto a los humanos, por lo que son capaces de conectar con nosotros a un nivel mucho más profundo que otros animales.
Los perros han tenido un efecto alucinante sobre la humanidad. Según una investigación reciente llevado a cabo por la Universidad de Azabu, en Japón, al mirar a un perro a los ojos se activa la misma respuesta hormonal que con los bebés humanos.
Hoy en día, los perros no sólo son compañeros. Hay perros de servicio, de terapia, de pastoreo, o incluso policías. Además de que tienen un enorme impacto en el desarrollo de los niños, tanto física como mentalmente.
Un miembro de la familia
John Archer, de la Universidad Centra de Lancashire, ha llevado a cabo un estudio detallado de la relación entre los perros y los humanos desde una perspectiva evolutiva, y ha encontrado que alrededor del 40% de las propietarios identifica a su perro como un miembro de la familia, lo que refleja la compatibilidad social entre ambas especies.
Los perros son extraordinariamente atentos y tienen la extraña habilidad de predecir lo que sus propietarios van a hacer. Los experimentos muestran que pueden ser astutos lectores del lenguaje corporal humano. Además sienten el estado emocional de sus amos, lo que los hace un "valioso miembro de la familia."
Por lo que no es de extrañar que los dueños sientan tanto su pérdida. El psicólogo Julie Axelrod apunta que la pérdida de un perro es tan dolorosa porque los propietarios no están perdiendo solo una mascota. Es la pérdida de una fuente de amor incondicional, un compañero que proporciona seguridad y comodidad. También puede perturbar gravemente la rutina de su propietario, más de lo que lo harían la mayor parte de los amigos y parientes. Sus horarios e, incluso sus planes vacacionales suelen depender de ellos.
De acuerdo a una encuesta reciente, muchos dueños de mascotas en duelo tienden a asociar sonidos con los movimientos o gemidos de sus mascotas. Esto es más probable que ocurra poco después de la muerte de la mascota, especialmente en los propietarios que tenían niveles muy alto de apego con ellas.
¿Has perdido alguna vez a tu fiel amigo? ¿Te has sentido así? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte con tu familia y amigos! Imagen de portada: Rolloid Fuente: iflscience / psychologytoday / info.thinkfun