Un chico de 16 años iba caminando para clase cuando se encontró este animalito. Era una oruga verde con unas marcas alrededor de los ojos que le daban aspecto de un personaje de dibujos animados. Estas manchas le sirven para ahuyentar a los depredadores potenciales. Pensó que si la dejaba allí, un transeúnte descuidado podía pisarla, así que la cogió y se la llevó a clase. En el camino se le ocurrió ponerle un nombre muy singular: nugget de pollo.
Todo el mundo sabe que las orugas no se quedan mucho tiempo con esta apariencia. Al poco tiempo, se convierten en hermosas mariposas a través del proceso conocido como metamorfosis. Y nugget de pollo no iba a ser menos. Esta fue su transformación.
Nada más empezar la clase, el chico se dio cuenta de que la oruga iba perdiendo el color poco a poco. Naturalmente, se preocupó por su bienestar.
Por la tarde, se volvió completamente amarilla. Pero resultó que esto es normal. Las orugas de esta especie adquieren este tono amarillo mostaza antes de convertirse en crisálidas, preparando para convertirse en una mariposa.
El chico cogió la oruga, se la llevó a casa y le creó una pequeña "casa" con un tubo de plástico, que llenó de ramas y hojas.
La oruga enseguida acogió su nuevo hogar con entusiasmo.
Con el tiempo, nugget de pollo se instaló en un palo para empezar su transformación en una crisálida.
La crisálida era de un color marrón apagado y parecía más bien una hoja seca enrollada. Así la oruga se protege de los depredadores.
Y tras unos 10 días apareció esta preciosa mariposa.
¡Ya no existía nugget de pollo! Con su nueva y elegante imagen necesitaba un nuevo nombre: Alita de pollo.
Inmediatamente, el chico se dio cuenta que la mariposa tenía unas alas muy singulares. Una parecía más pequeña que la otra y la coloración era diferente en ambas.
Tras analizarla detenidamente, se dio cuenta de que se trataba de un ginandromorfo, un organismo que tiene características tanto femeninas como masculinas.
Enseguida el chico devolvió a la mariposa a la naturaleza que se fue volando.