Todos sabemos que el dinero nos hace falta para vivir. Por ello trabajamos cada día en cosas que nos gustan más o menos para poder mantener a nuestras familias o a nosotros mismos. Y todos nos sentimos aliviados cuando cobramos nuestro sueldo a final de mes.
La mayoría de las personas tienden a gastarse fácilmente lo que han ganado en los primeros días después de cobrar, ya sea en ropa, caprichos o tecnología y esto les trae supuestamente 'felicidad'.
Es fundamental recordar que las experiencias pueden ser igual o más gratificante que comprarte el último modelo de móvil que haya en el mercado, al fin y al cabo todos sabemos que el dinero no compra la felicidad.
De hecho muchas personas que son realmente felices han encontrado la forma de distanciarse de la adicción a las compras o esa necesidad compulsiva de tener que comprar todo lo que vendan sólo porque está de moda. Esta personas deciden invertir su dinero en viajes, en experiencias únicas, en crear recuerdos inolvidables y sin duda obtienen su recompensa.
Andrey Pavlov
Si lo piensas bien tiene sentido, cuando tengas 80 años no vas a recordar si tuviste un iPhone 7 o un Samsung Galaxy sino el hecho de que fuiste con tus amigos de viaje de fin de carrera a Nueva York o quizás de cómo celebraste tus 30 años o cuándo nació tu hijo. Recordarás los momentos y la gente con la que los compartiste, no las posesiones materiales de dicho momento.
Un estudio publicado por Journal of Positive Psychology ha demostrado que la gente que se gasta muchísimo dinero en objetos materiales o productos de última moda en lugar de irse de viaje o pasar tiempo con sus familias devaluaron el verdadero valor de dichas posesiones en tan sólo un mes después de comprarlas.
El estudio muestra que la gente es consciente de que la vida va de vivir momentos, experiencias, de tener recuerdos y de disfrutar en lugar de seguir las modas, pero es inevitable muchas veces caer en la tentación.
Los participantes en el estudio admiten que vivir todo tipo de experiencias sería más satisfactorio que comprar y que probablemente serían más felices invirtiendo el dinero en viajes u otro tipo de experiencias con la gente que quieren.
Jesse Morrow
Además, hoy día, los jóvenes están más predispuestos a comprar como consecuencia de la influencia de la sociedad o de personas famosas que siguen en las redes sociales. Esto no significa que no puedas comprarte cosas o darte un capricho cuando te apetezca pero sí implica que tienes que valorar que si sólo tienes dinero para una cosa decidas bien en qué quieres invertirlo.
Piensa que con el dinero que cuesta un móvil de última generación actualmente, unos 800 euros, puedes irte de viaje a Nueva York, Londres, Berlín o Roma y pasar allí una semana perfectamente.
Cada día la publicidad y las redes sociales nos convencen de gastarnos dinero en cosas que no necesitamos y de las que perdemos el interés en tan sólo unas semanas. Esta generación es una de las más afectadas por estos problemas por ello tienes que ser consciente de tu dinero y de lo que valen las cosas.
La gente que invierte su dinero de forma correcta y lo gasta viajando o invirtiendo en experiencias que recordarán toda su vida suelen ser más felices que el resto de consumidores. Es hora de parar de usar las tarjetas de créditos de forma consumista y ahorrar un poco para vivir la vida de otra forma.