Esta es la historia de Breeze, un pequeño potrillo abandonado que fue encontrado deambulando y tratando de alimentarse mamando de otras yeguas. Lo llevaron a un refugio local en unas condiciones terribles, estaba débil, hambriento y enfermo.
Los veterinarios fueron rápidos en proporcionarle antibióticos, heno suave para dormir y mucha comida, pero una cosa que no pudieron reemplazar fue a la madre de Breeze.
El bebé necesitaba a alguien para acurrucarse por la noche, así que el personal pidió un oso de peluche enorme para darle cierta comodidad. Las imágenes de Breeze durmiendo con el oso de peluche han derretido millones de corazones desde que subieron a la red el siguiente vídeo y, es demasiado adorable para describirlo con palabras, tienes que verlo con tus propios ojos.
En el vídeo puedes ver lo solo que se encuentra el pobre potrillo en su establo: no tiene una madre ni hermanos con los que entrar en calor en las noches frías. Los cuidadores no podían zanjar este asunto y dejarle así sin más.
Como buenos cuidadores y amantes de los animales, compraron un oso medianamente aceptable en tamaño para que la criatura pudiera acurrucarse y entrar en calor.
Con su nuevo oso de peluche, los días se le harán más amenos y las noches más cálidas. Es bonito saber que hay gente interesada en el bienestar de los animales, no solo basta con darles de comer y beber, también necesitan un lugar en el que sentirse queridos y a gusto.
Espero que te haya gustado esta bonita historia y después de ver el vídeo, déjanos tu opinión en los comentarios. ¡No dudes en compartirlo con tus amigos y familiares!