El clásico escarabajo marcó un antes y un después en la historia de la automoción. Un coche, originalmente diseñado bajo las especificaciones de Hitler, en la Alemania nazi, se convirtió tras la guerra en un símbolo hippie, y es que la historia de la humanidad tienen un curioso sentido del humor.
La clave del éxito del escarabajo reside en que permitió, a todos los alemanes, viajar con un simple sistema mecánico y piezas de reparación fáciles, pero el tamaño se convirtió en un problema.
De escarabajo sin espacio a una casa con ruedas.
Tras la guerra, Volkswagen abrió nuevas fábricas en América e Inglaterra, por lo que el éxito del escarabajo cruzó fronteras y se convirtió en toda una revolución.
La clave del éxito fue "Think Small" (Piensa en Pequeño).
Los hippies consiguieron transformar una máquina diseñada para la guerra en una visión de paz y amor para el mundo, pero les faltaba espacio para realizar los viajes que querían y en la compañía que querían. En la década de los 70, surgió la idea de transformar este coche, cuyo motor respondía tan bien, en una casa con ruedas para poder recorrer el país.
El prototipo era algo ambicioso, y no fue hasta 1975 cuando se vendió el primer modelo por 6,000$.
Una cama-nido sobre la cabeza del conductor.
El espacio generado por este prototipo era toda una casa sobre ruedas. Cocina, estufa, fregadero, tanque de agua, armarios, nevera y cajones. No le falta detalle. El nuevo modelo de escarabajo no tuvo el éxito esperado, y solo un par de personas se aventuraron a construir su propia caravana, pero aquellos que lo hicieron, no se arrepintieron.
Parece increíble que todo este espacio venga de uno de los modelos de coche más pequeños de la historia.