A pesar del esfuerzo de los gobiernos, los médicos y los esfuerzos individuales para ganarle la guerra a la obesidad, el 71% de los estadounidenses y cerca del 40% de los españoles tiene sobrepeso.
El adulto promedio pesa, a día de hoy, 10 kilos más que en 1960. Este cambio cuesta a los estadounidenses unos 185.000 millones de euros al año en gasto sanitario, lo que genera una grave crisis de salud.
Por mucho que se ha investigado sobre este tema, aún no se ha dado con una píldora que nos ayude a perder peso y no recuperarlo. Los enfoques tradicionales, como la dieta y el ejercicio pueden funcionar a corto plazo, pero la gente casi inevitablemente recupera el peso.
Además, ciertos ensayos sobre la cirugía de pérdida de peso han demostrado mejoras en la diabetes, pero no en la mortalidad, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
Quizás la solución al sobrepeso no deba ser física, sino basada en la neurociencia, para así hacer frente a los excesos comunes a los que nos enfrentamos a través de la formación del cerebro emocional. Así podríamos abordar la causa raíz de los problemas relacionados con el estrés, incluyendo la obesidad.
Porque aunque algunos tipos de sobrepeso y obesidad son causa de la genética, gran cantidad de estudios han demostrado que el estrés juega un papel muy importante en el aumento de peso. Muchas personas recurren a la comida como forma de desahogarse. La idea es utilizar las herramientas basadas en la neurociencia para cambiar el cerebro, de modo que los excesos comunes se desvanezcan. El método ha mostrado resultados prometedores.
El cerebro emocional es el mando central del peso. Incluye el miedo, la recompensa y el hambre. Cuando tu cerebro está en tensión, los tres centros promueven el aumento de peso y las ganas de comer en exceso. Nuestro cerebro pensante (neocórtex) queda fuera de línea, y los extremos de nuestro cerebro emocional son los que mandan.
Si quieres cuidar tu cuerpo, cuida primero tu cerebro
El primer paso para tomar el control de nuestro peso es desestresar el cerebro emocional. En la formación del cerebro emocional (EBT), comprobamos varias veces al día nuestro nivel de estrés y usamos alguna técnica para convertir ese estrés en estado de bienestar.
Hay cinco niveles de estrés y cinco herramientas. Para hacernos una idea de cómo funcionan, respira profundamente unas cuantas veces para identificar su nivel de estrés, y a continuación, utilice las herramientas indicadas para ese nivel para reducirlo rápidamente.
1- Herramienta Compasión (Nivel 1 - Estrés muy bajo)
Tienes que decirte a ti mismo: "Siento compasión por mí mismo", luego espere a que una ola de compasión fluya a través de su cuerpo. A continuación di: "Siento compasión por los demás", y siente una ligera ola de calor. Por último, di: "Siento compasión por todos los seres vivos."
2- Herramienta Sentimientos (Nivel 2 - Estrés bajo)
Pregúntate: "¿Cómo me siento?." A menudo, los sentimientos brotan, pero si esperamos el tiempo suficiente, se hacen más fuertes. A continuación pregúntate: "¿qué necesito?". Y, por último, "¿necesito ayuda?".
3- Herramienta Flujo (Nivel 3 - Un poco de estrés)
Di las palabras: "Me siento enojado porque..." y ver qué palabras llegan a tu mente para completar la frase. Repite la frase nuevamente y piensa en estos sentimientos: tristeza, miedo, culpabilidad, agradecimiento, felicidad, seguridad y orgullo. Observa cómo el estrés va desapareciendo de tu cuerpo. Cuando los sentimientos negativos se desvanecen, ya no estamos en peligro y nuestro cuerpo se centra de forma natural en los sentimientos positivos que nos dan energía para seguir adelante y hacer cosas buenas.
4- Herramienta de ciclo (Nivel 4 - Estrés alto)
Comienza diciendo lo que te molesta, por ejemplo, "me siento enojado porque...", "no soporto...", "odio...", y haz que esas palabras lleguen a tu mente. Haz una pausa y realiza algunas inspiraciones profundas, entonces diga las palabras: "me siento triste por...", "tengo miedo de...", "me siento culpable de..." y fíjate en qué palabras llegan a tu mente para completar la oración.
El siguiente paso es convencerse a uno mismo: "por supuesto que podría hacer eso (comer en exceso) porque mi expectativa razonable es...", una y otra vez esperando a que broten las palabras de tu mente. De esta forma conseguiremos cambiar la expectativa de elección de nuestro cerebro. A medida que la nueva expectativa se vuelva dominante, los impulsos emocionales para diversos excesos (incluida la comida) pueden comenzar a desaparecer.
5- Herramienta de control de daños (Nivel 5 - Estrés muy alto)
Cuando estamos en un nivel tan alto de estrés que casi no somos capaces de razonar, tan sólo mecernos en la silla o respirar profundamente puede ayudarnos. también podemos repetir palabras tranquilizadoras como "No me voy a juzgar. Sé que va a pasar. Es sólo estrés y poco a poco va a disminuir su intensidad."
Los circuitos de supervivencia estimulan los impulsos emocionales que nos llevan a comer en exceso
Una vez haya comenzado la liberación de estrés de tu cerebro emocional, es probable que se dispare en algunas ocasiones. En realidad, es sólo un circuito de supervivencia.
Estamos codificados para que cuando estamos estresados y alcanzamos comida, nos es más fácil hacerle frente. El cerebro recuerda que los alimentos "nos salvaron" del estrés, por lo que codifica una expectativa. Ese circuito se puede reproducir durante toda una vida.
Pero esta investigación ahora demuestra que esos circuitos de supervivencia pueden cambiar. Pero sólo se pueden cambiar cuando estamos estresados. Sólo en ese momento el cambio será duradero. Cuando estamos estresados y no comemos, el usuario toma esa herramienta en su lugar y la utiliza para detener la ansiedad. Por lo que el impulso de comer en exceso se desvanece.
El último paso: mantener el peso perdido
Mantener el peso perdido es normalmente el paso más difícil, pero puede ser más fácil si ajustamos emocionalmente nuestro cerebro. A menudo, este punto de ajuste de la tensión se codifica con las experiencias adversas de nuestros primeros años de vida, lo que provoca una sobrecarga de estrés crónico en el cerebro emocional, y nos lleva a recuperar el peso.
La solución es mover ese punto de ajuste emocional para ser más resistentes a las nuevas situaciones de estrés y así bajar la probabilidad de recuperar el peso perdido, y sobretodo, ser más felices en nuestra vida diaria.
¡Comparte este gran truco con tu familia y amigos! Imagen de portada: María Pérez para Rolloid Fuente: ilfscience