Resolver misterios siempre es divertido. Hacen que nos esforcemos en mirar las cosas desde otras perspectivas. Los mejores detectives e investigadores son capaces de mirar objetivamente la evidencia y sacar conclusiones basadas en lo que ven. Por el contrario, aquellos que ignoran los hechos y se inventan las historias nunca serán capaces de resolver ningún problema.
¿Y tú?, ¿tienes sangre de detective? Echa un vistazo a la imagen que te mostramos a continuación. ¿Se te ocurre alguna idea de lo que podría ser? Si no, no te preocupes. Sólo alrededor de 1 de cada 10.000 personas son capaces de identificar este popular dispositivo.
Mantén los ojos bien abiertos y descubre el origen de esta máquina.
Existen infinidad de máquinas locas por el mundo, sin ir más lejos, un grupo de estudiantes universitarios diseñó una mecedora capaz de tejer un gorro gracias al movimiento de la mecedora. No, no es una broma, la ingeniosa butaca existe y funciona perfectamente.
Volvamos a nuestro reto.
Observa la estructura del dispositivo. Una especie de pilar que sostiene una pieza circular de la que cuelga decenas de cordones. Si agudizas la vista, quizás llegues a reconocer las pinzas que cuelgan del extremo de cada cordón. Todas iguales, todas a la misma altura. Vemos un interruptor, así que podemos deducir que es necesario enchufarlo a la corriente para que funcione.
¿Aún no sabes qué podría ser?
Bien, ahí va una pista. La extraordinaria comediante Lucille Ball podría haberlo usado para salir en este divertidísimo vídeo. Se trata de una máquina muy popular de mediados de 1900.
¿Lo adivinas ya? ¡Venga, piensa un poco más! ¡Dale caña al cerebro! ¡Efectivamente! ¡Es una rizadora de pelo de época! Tranquilo, sé que no lo acertaste, no pasa nada, al menos lo intentaste.
La historia de la máquina para hacer permanentes es bastante curiosa. Al parecer, la primera patente de máquina profesional para rizar el pelo fue propiedad de Marjorie Joyner, una mujer afroamericana graduada en una escuela de belleza predominantemente caucásica que vivió en Chicago.
Un día, mientras Joyner preparaba la cena, descubrió sin saberlo una manera de mejorar el método que había hasta entonces de rizar el pelo diseñado por Charles Nestlé. Al mirar las varillas que había introducido en su asado descubrió una excelente forma para curvar el cabello de una mujer. Después de pasar varios años perfeccionando su idea, Joyner consiguió legalizar su patente, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en alcanzar este hito.
Antiguamente, conseguir una buena permanente era toda una tortura. A veces se necesitaba alrededor de medio día para poder conseguir los rizos deseados, es normal que muchas mujeres pasasen días enteros en su salón de belleza particular. Y no solo eso, además de ser una pesadilla también era bastante peligroso, porque durante el proceso se quemaba mucho el cabello.
¿Te imaginas cambiar tus tenacillas por una de estas máquinas? ¡Alabado sea el avance tecnológico! ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!
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