A la gran mayoría de nosotros nos encanta vernos y sentirnos jóvenes, y una de las mejores formas de hacernos es cuidándonos. Para vernos bien por fuera debemos nutrirnos bien por dentro, ya que somos lo que comemos y, si llevamos una dieta pobre en nutrientes, jamás conseguiremos una piel tersa y firme.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y está compuesta por tres capas, la primera es epidermis, que protege al resto de capas del ambiente externo y contiene células que producen queratina la cual fortalece la piel, también contiene melanina, que es el pigmento que le da el color a la piel. La segunda es la dermis, que contiene células que le dan fuerza y flexibilidad a la piel. La tercera es la hipodermis, que contiene células grasas que aíslan al cuerpo y ayudan a conservar el calor.
Vamos a centrarnos en la dermis, que está compuesta por colágeno, fibras elásticas, capilares sanguíneos, nervios, lóbulos grasos y la base de los folículos pilosos y de las glándulas sudoríparas. En concreto, el colágeno y la elástica, se encuentran en la capa más profunda de la dermis. Su función es mantener la piel tersa, elastina y joven.
Conforme vamos envejeciendo, vamos perdiendo colágeno y elastina y nuestra piel va perdiendo flexibilidad. Por ello debemos consumir alimentos que nos aporten todo el colágeno necesario para recuperar su aspecto juvenil.
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Las almendras contienen vitamina E, que tiene la capacidad de nutrir la piel y protegerla del sol.
2- Cereales integrales
Su alto contenido en fibra nos ayuda a depurar nuestro organismo y las grandes cantidades de selenio que contienen no sirven como antioxidantes. Aún así, debes tener cuidado porque comer cereales en grandes cantidades puede acarrearte otro tipo de problemas.
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No hay nada mejor para prevenir las arrugas que consumir aceite de oliva, ya que entre las sustancias que contiene se encuentra el ácido alfa-linolénico, que elimina la sequedad de la piel.
4- Semillas de calabaza
Las semillas contienen altos niveles de zinc que ayudan en la producción de colágeno y estimula la regeneración de la piel.
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Su alto contenido en antioxidantes y vitaminas C y E hacen que el brócoli sea una de las mejores opciones para cuidar nuestra piel. Estas sustancias promueven la producción de colágeno y mejoran resistencia de las membranas celulares que forman nuestra piel.
6- Chocolate negro
Según un estudio de la Universidad de Nottingham, el consumo de chocolate negro tiene grandes beneficios para la salud de nuestra piel: la suaviza, mejora su apariencia y, además, evita su envejecimiento.
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Los hongos contienen vitamina B, que ayuda a la regeneración de los tejido cuando tenemos alguna herida.
8- Carne roja
Dejando de lado sus altos niveles de grasas saturadas y colesterol, estas carnes contienen proteínas y zinc, cuyo impacto en la piel es tanto que se recomienda consumirlas para combatir el acné.
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Gracias a su alto contenido en licopeno, un pigmento vegetal, soluble en grasas, que aporta el color rojo característico a los tomates, sandías, etc. el tomate es un gran aliado en el cuidado de la piel. Esta sustancia es un poderoso antioxidante que, además, elimina el daño ocasionado por los rayos UV.
10- Pescado azul
Para aliviar cualquier inflamación es ideal comer pescados como el atún, las anchoas o las sardinas, debido a que contienen grandes cantidades de Omega 3.
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Gracias a su alta concentración de catequina, el té verde es otro gran aliado contra la inflamación e irritación de la piel y ayuda a tratar otros problemas ocasionados por el sol.
12- Frutas tropicales
Justo en los lugares donde el sol puede dañarnos más, crecen frutas como la papaya, la guayaba y el mango, que poseen altas cantidades de vitamina C y estimulan la producción de colágeno. Además, estos frutos contienen betacaroteno, uno de los antioxidantes más fuertes que existen.
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