Es cierto que la efectividad de los laxantes no es un tema adecuada del que hablar durante una barbacoa familiar o una cena entre amigos. Francamente, el mero hecho de pensar en dicha sustancia hace que casi se nos relajen los intestinos para dar paso a un final 'cacastrófico'. Sin embargo, existen ciertas curiosidades históricas sobre los laxantes, que además de ser muy interesantes, son la mar de entretenidos.
A continuación te mostramos 7 "divertidas" historias sobre los laxantes: 1- Lluvia de heces
La ingestión o aspiración de dentadura es sorprendentemente más común de lo que imaginas, dando lugar a innumerables complicaciones tales como perforación, obstrucción, necrosis y penetración de órganos vecinos.
Tal fue el caso de un varón de 31 años, quien se tragó una dentadura fija de un solo diente mientras comía. Mediante unas radiografías, los doctores determinaron que el diente se había movido desde el estómago del paciente hacia la fosa ilíaca derecha, obstruyendo la válvula ileocecal del intestino.
Como podrás imaginar, esto le produjo muchísimo dolor, lo que llevó a los médicos a preparar al paciente para una deliciosa colonoscopia para extraer el cuerpo extraño. Durante la preparación, sin embargo, al paciente se le administró una cantidad generosa de laxantes.
Lo que sucedió en las siguientes horas en el Hospital Clínico de la ciudad de Vladimir fue poco menos que desagradable. Una ola explosiva de heces pintó la habitación con tal fuerza que la colonoscopia se volvió innecesaria. La prótesis ingerida abandonó el colon a una velocidad estratosférica al igual que las deposiciones acumuladas durante dos días.
2- Epic Backfire
Los padres pueden ser extremadamente estrictos cuando se trata de las calificaciones de sus hijos. Una madre decidió convertir su consternación en venganza después de que su hija recibiese malas calificaciones en la escuela. Julie Hunt, de 43 años, le propuso a su hija y a una amiga (de 13 y 14 años, respectivamente) que hornearan galletas con laxantes para su profesora.
En lugar de mezclar unas pocas pastillas, las chicas tuvieron la brillante idea de usar toda la caja. Cuando las galletas estuvieron terminadas, las chicas las colocaron en el escritorio del profesor con una agradable nota que decía: "Hicimos estas galletas solo para ti. Esperamos que las disfrutes".
En lugar de comerse todas las galletas sola, la generosa profesora las repartió a toda la clase, provocando una reacción de proporciones épicas. Cuatro niños enfermaron gravemente mientras que otros muchos simplemente se cagaron encima. Hunt finalmente fue arrestada y se declaró culpable de un cargo menor de asalto mientras que su hija fue expulsada de la escuela.
3- Deslizamientos de "tierra" en la cárcel
Durante una redada de drogas en 2002, un alguacil del condado de Milwaukee pudo observar cómo un hombre se tragaba una bolsa de plástico que presumiblemente repleta de narcóticos.
Lo que ocurrió después no podía estar más lejos de la realidad. En lugar de pasar la noche en una celda, el preso fue esposado a una cama y examinado por trabajadores médicos que determinaron que debían administrar un laxante.
Después de ser forzado físicamente a beber una taza de laxante líquido, el ayudante decidió volver a llenar la taza 5 veces más por si acaso. Lo que siguió fue un desparrame de heces legendario por parte del preso.
Además de una tonelada de heces, también se recuperó la bolsa de plástico, que efectivamente estaba repleta de heroína. A pesar de que obligarle a tomar laxantes iba en contra de los derechos del arrestado, el juez desestimó la demanda afirmando que gracias a esa acción redujeron cualquier peligro derivado de la ruptura de la bolsa en el estómago del ahora preso.
4- Fallo en la dosis
La dependencia a los laxantes debido al estreñimiento es algo muy común entre los ancianos. A menudo, una dosificación correcta puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Para una mujer de Tennessee de 84 años con estreñimiento crónico, su régimen mensual incluía 60 dosis de laxantes para permitirle mantener una buena salud.
Lamentablemente, todo cambió cuando ella se mudó a una residencia en la que no le proporcionaban medicamentos suficientes para tratar su trastorno. Durante dos meses, la mujer recibió solo 32 dosis de laxantes, lo que produjo una obstrucción fecal.
Después de más de una semana sin defecar, el abdomen de la residente comenzó a distenderse. Esto provocó que las enfermeras tomaran nota mucho después de que sus demandas cayeran en saco roto.
Después de varios intentos de enemas fallidos, su condición empeoró. Con un abdomen cada vez más grande, fue llevada rápidamente a la sala de emergencias, donde su colon finalmente se rompió. Por desgracia, la infección que esto origino causó su muerte en apenas unos días.
5- Obtén una vida ocupada u obtienes la muerte ocupada
En 2006, un enfermo mental escapó de la prisión de Long Bay (Sydney) en un elaborado plan que involucraba mucha planificación y papel higiénico. Robert Cole, de 37 años, había pasado tres semanas cincelando la pared de ladrillos de su celda con un cuchillo de mantequilla.
Sabiendo que su cuerpo de 56 kilogramos no se escurríría a través del espacio de 15 centímetros que existía entre los ladrillo y las barras de acero, Cole logró perder 14 kilos con la ayuda de unos laxantes de contrabando.
A pesar del meticuloso plan de escape, no se le dio demasiado bien eso de pasar desapercibido en la ciudad. Después de tres días huyendo, Cole fue arrestado mientras compraba en un concurrido centro comercial de Sídney.
6- Sendero de migas de pan
En la época colonial, pocos médicos tenían estudios adecuados, por lo que quizás era igual de peligroso consultar a un médico que permitir que la enfermedad siguiera su curso.
Unos de los medicamentos más utilizados en aquella época eran los laxantes, pues se creía que expulsaban del cuerpo el exceso de bilis y otros problemas que causan enfermedades.
En este sentido, el renombrado Dr. Benjamin Rush instruyó expresamente a Lewis y Clark (los militares encargados de la primera expedición llevada a cabo por estadounidenses que cruzó el oeste de los Estados Unidos) a tomar sus laxantes si los hombres comenzaban a mostrar signos de enfermedad.
Como llevaban una dieta desequilibrada y baja en fibra compuesta principalmente de carne, el estreñimiento era algo bastante común. Con el tiempo, la expedición utilizó las 1.300 píldoras que en su mayoría estaban hechas de mercurio, un compuesto tóxico que no se descompone.
Gracias a la tecnología moderna, los científicos pueden localizar el lugar en el que se realizó cada una de las deposiciones que contenía mercurio, permitiendo a los historiadores documentar el histórico viaje paso a paso.
7- Una adicción que le pasó factura
En 2012, Claudia La Bella informó a su familia que había sido diagnosticada con cáncer terminal de ovario y que le quedaban pocos años de vida. Durante los 2 años siguientes, el esposo de Claudia llevó a su esposa al hospital para que recibiera los tratamientos necesarios para combatir el cáncer. Sin embargo, ella nunca le permitía asistir a las citas.
Parte de sus tratamientos, según Claudia, consistía en la administración de laxantes para eliminar las toxinas de la quimioterapia de su sistema. El 18 de junio de 2014, Claudia ingresó en el hospital. Tenía un peso extremadamente bajo, estaba peligrosamente deshidratada y sufría dolor abdominal severo, vómitos y diarrea.
Once días después, Claudia murió a la edad de 28 años. En el momento de su muerte, pesaba solo 35 kilogramos debido a complicaciones asociadas con el abuso de laxantes. No fue hasta el informe del forense que el es poso de La Bella se enteró de que su esposa nunca había tenido cáncer. En realidad sufría de anorexia y el síndrome de Munchausen, un trastorno mental en el que una persona actúa como si tuviera una enfermedad que en realidad no posee
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