El ritmo de vida actual, los horarios de trabajo, el cuidado de los hijos, las tareas de la casa, y los cientos de actividades que llevamos a cabo todos los días, pueden terminar pasándole factura a nuestra salud y haciendo que nos encontremos más irascibles.
Por eso, es importante que aprendamos a mantener la calma en los momentos más estresantes. Nuestro cuerpo nos lo agradecerá, y con el tiempo, seremos más felices y llevaremos una vida más saludable.
10 Trucos para mantener la calma y no perder los nervios 1- Buscar las señales
La mejor forma de evitar el estrés y no llegar hasta el punto de perder los nervios, es evitar que se te acumule. En muchas ocasiones es difícil de detectar en las primeras fases ya que las señales de tu cuerpo son muy sutiles.
Para mantener el nivel de estrés controlado, tómate unos minutos cada día para reflexionar sobre cualquier cambio que notes en tus hábitos o tu salud, que pueda estar provocado por la ansiedad.
2- Respirar profundamente
Cuando te enfrentes a una situación estresante, en lugar de seguir presionándote y regodearte en tu agobio, deja por un momento lo que estés haciendo y respira profundamente.
De esta forma, te concentrarás en tu respiración y estarás canalizando a tu sistema nervioso en una actividad mucho más productiva que te será muy útil en un futuro.
3- Poner las cosas en perspectiva
Es muy importante aprender a priorizar, y no preocuparse por cualquier pequeño detalle. Evaluar tus habilidades y tu experiencia, también es una buena forma de construir tu propia autoestima. Esto te ayudará a poner las cosas en perspectiva y mantenerte en calma cuando las situación no sea de extrema importancia.
4- Concentrarse en los sentidos
Tu cuerpo entiende el estrés como un ataque, y por lo tanto activa el modo combate. Con el tiempo, esta respuesta de pánico puede convertirse en un hábito para tu cerebro.
Por ello, es importante que en la situaciones de estrés trates de respirar con calma y te centres en las respuestas físicas que estás experimentando. De esta forma, aprenderás a identificar lo que se siente cuando estás a tu máximo de agobio y te será más fácil controlarlo.
5- Hacer ejercicio
Es fácil usar el agobio como una excusa para dejar de hacer ejercicio. Si embargo, el deporte ayuda a equilibrar las hormonas que provocan el estrés.
Así que, tómate un descanso y vete un rato a correr, sube y baja las escaleras unas cuantas veces o inscríbete a una clase de spinning. Como toque final, tras desahogarte con el ejercicio escucha música relajante. El poder sobre tu cerebro será asombroso.
6- Dejar de exigir la perfección
Cuando estás continuamente tratando de ser perfecto y de que todo a tu alrededor lo sea, vives en un estado de estrés que te impide relajarte y te hace saltar a la mínima.
Tienes que aceptarte tal y como eres, con tus defectos y tus virtudes, siempre tratando de crecer personalmente cada día, pero no frustrándote cuando las cosas no te salgan bien. Tu entorno es algo que no puedes controlar. Así que gastar energía en tratar de que sea perfecto no tiene sentido ninguno.
7- Aprender a evitar personas negativas
A todas las personas hay que darles una oportunidad, y no se puede juzgar a nadie antes de conocerlo. Sin embargo, si una vez que las conocemos nos damos cuenta de que se tratan de personas tóxicas, que siempre piensan en negativo y que sacan lo peor de ti mismo, es mejor aprender a alejarnos de ellas.
Tener a personas negativas en tu entorno no te dejará vivir tranquilo, y te hará sentirte en un continuo estado de nervios y negatividad.
8- Comer sano
Una buena alimentación no solo te ayuda a mantener una buena forma física y un estado de salud a raya. La nutrición también es clave cuando se trata de estabilidad mental. Comer sano y equilibrado permitirá que tu cuerpo esté en calma y no sufra de digestiones pesadas ni situaciones de malestar.
Eso sí, comer sano no significa estar en una continua dieta estricta, ya que esto también podría provocarte episodios de ansiedad que afectarían a tu estado mental.
9- Practicar la paciencia
La paciencia, como todo, es algo que hay que practicar para conseguir mejorarla cada día.
Hay varias formas de hacerlo. Una es justo en esos momentos de estrés o de ansiedad, en los que debes parar cuando notes que tu cuerpo está entrando en un estado de nervios y contar hasta 10 antes de explotar. Notarás como te relajas.
La segunda forma, es hacerlo a diario, aunque no estés agobiado o estresado. Tómate 5-10 minutos cada día para relajarte, practicar respiraciones profundas y permítele a tu cuerpo estar en calma durante al menos unos minutos. En poco tiempo verás un gran cambio.
10- Aprender a ser agradecido
Parece una tontería, pero se agradecido y valorar lo que tienes permite que tu mente se tranquilice. Si estás continuamente quejándote y pensando en lo que no tienes, activas tu lado negativo.
Si por el contrario, todos los días te paramos un segundo a pensar lo afortunado que eres, no solo por las cosas materiales que posees, sino por el cariño de tu familia, el amor de tu pareja o de tus hijos,...tu mente y tu cuerpo se sentirás relajados y satisfechos.
Mantener la calma y aprender a controlar tus nervios es un punto muy importante para conseguir ser feliz. Así que ya sabes, si tu objetivo es la felicidad, no dudes en poner estos trucos en práctica. Y si no estás seguro si lo que tienes es estrés, no olvides leer este artículo: "12 Signos y síntomas que te indican que estás sufriendo estrés".
¿Te consideras una persona relajada? ¿Poner en práctica algún truco para no perder los nervios? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! ¡Comparte estos trucos con tus amigos! Imagen de portada:Por Snopek Nadia (Shutterstock) / Por angkrit (Shutterstock)