Si no vieses una fotografía de Robert Wadlow, no te lo creerías. ¿Cómo puede un niño de 10 años llegar a medir 1,80 m?. Imagina el desconcierto de sus padres, Addie y Harold Wadlow, cuando su hijo, de tan solo un año, medía casi un metro.
La causa de la desorbitada altura de Robert se debía a unos niveles anormalmente altos en las hormonas del crecimiento. Año tras año, Robert rompía el récord de altura, un récord que él mismo establecía. Su anomalía le sirvió para viajar por el mundo con una compañía de circo, siendo presentado como el hombre más alto del mundo.
Nadie en la historia registrada ha superado la altura de Robert. Pero además de fama, su estatura le acarreó problemas de salud que hicieron que sus piernas se debilitasen. Sin embargo, el titán Robert nunca necesitó una silla de ruedas.
La familia de Robert se refería a él cariñosamente como "el gigante apacible", porque a pesar de ser increíblemente enorme y aterrador, siempre tenía un comportamiento amistoso y alegre.
Sigue leyendo para conocer un poco más de la historia de Robert
Robert Wadlow nació el 22 de febrero de 1918. Fue un bebé normal que pesó 3.9 kilos.
Ninguno se imaginaba que su precioso hijo llegaría a convertirse en el hombre más alto que jamás haya pisado la faz de la tierra. En la imagen superior vemos a Robert con tan sólo 10 años, junto a su padre. Ya medía 1,80 metros de altura, ¡simplemente increíble!
Sus padres se dieron cuenta de que algo no iba bien cuando en su primer cumpleaños, Robert medía ya casi un metro y pesaba cerca de 20 kilos.
A los trece años alcanzó la escandalosa cifra de 2,20 metros de altura. En la imagen de arriba lo podemos ver acompañado de sus hermanos con 17 años. Por aquel entonces ya medía más de 2 metros y medio.
La extraña condición de Robert se debía a que sufría hiperplasia en su glándula pituitaria, haciendo que tuviese un nivel anormalmente alto de la hormona del crecimiento que le llevaba a crecer a un ritmo exponencial.
En 1937 alcanzó los 2,60 metros, convirtiéndose así en el hombre más alto del mundo. Cuando murió, a la temprana edad de 22 años, había alcanzado los 2,71 metros, lo que le valió para conseguir el título del hombre más alto de la historia.
Nadie ha superado nunca la altura de Robert Wadlow. Cuando falleció en 1940, a causa de una infección, los médicos se quedaron atónitos al descubrir que había seguido creciendo.
Robert fue enterrado en un ataúd de 450 kilos que requirió de una docena de portadores y ocho asistentes para poder transportarlo. La figura de este gigante fue inmortalizada para siempre mediante una estatua de bronce ubicada en su ciudad natal, Alton.
Contempla algunas filmaciones en las que aparece el bueno de Robert en el siguiente video:
