Son muchas las personas que acuden a los veterinarios quejándose porque sus gatos han arañado su sofá o le han hecho daño a un amigo que llegó a casa, por lo que deciden pedirle al veterinario que le extirpe las uñas. Es una práctica muy común, pero no sabías del grave peligro que corre el animal cuando le hacen esto, y a continuación lo descubrirás:
La oniquectomía o desungulación es la práctica que consiste en extraer las uñas de los gatos, normalmente por los motivos mencionados anteriormente o por motivos estéticos. Esta práctica también conlleva dolores crónicos y otros problemas de salud tanto físicos como psicológicos para el animal.
Aunque parezca obvio, los gatos nacen con uñas porque las necesitan. Con ellas se rascan cuando les pica alguna parte del cuerpo, se agarran cuando se van a caer, capturan a sus presas e incluso se defienden gracias con ellas.
Pero, quitándoles las uñas, no solo se les impide rascarse o defenderse de sus adversarios, sino que, al hacerlo, los gatos dejarán de andar correctamente porque, junto con las uñas, se les extrae parte de los dedos y los ángulos de las articulaciones se modifican.
En muchos países de Europa esta práctica está prohibida, aunque aún es muy común en Estados Unidos y Canadá. En España, tan solo 7 Comunidades Autónomas prohíben de manera expresa la amputación en animales por razones estéticas. Solo se permite la amputación en caso de que el animal corra peligro.
El pasado año, la Guardia Civil elevó una denuncia a raíz de un anuncio en Internet que prestaba servicio de amputación de orejas en la Comunidad de Madrid.
Pero estas prácticas no se aplican solo en los gatos, muchos animales domésticos son víctimas de estos maltratos. En la mayoría de casos, a razas como los Doberman, los Pit Bull, los Bóxer o los Schnauzer se les cortan las orejas o los rabos por motivos estéticos y estándares de belleza.
Tan solo en Aragón, Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid, Murcia, Navarra y Comunidad Valenciana están prohibidas estas prácticas, en el resto de España están permitidas y no se hace mención a las condiciones ni los motivos de la operación, es decir, se pueden realizar tanto por motivos de salud del animal como por motivos de estética.
En América del Norte, casi el 25% de los gatos tienen las garras amputadas, la mayoría de personas no tienen conocimiento sobre lo que esto supone para el gato, por lo que es una práctica muy común.
La alarma ha saltado en Estados Unidos con una ley que se aprobó en la Asamblea de Nueva Jersey en contra de la amputación de las garras de los gatos, pero todavía tiene que pasar por el Senado antes de convertirse en ley.
Nicole Feddersen, directora médica de la SPCA en el Condado de Monmouth, Nueva Jersey, describe la oniquectomía como una "cirugía invasiva con riesgo de dolor y cojera para el gato".
Este nuevo proyecto de ley en Nueva Jersey prohíbe la desungulación de gatos, a menos que haya una razón médica para hacerlo. Los veterinarios que realicen a partir de ahora estas cirugías, pueden enfrentarse a multas que van desde los 1.000€ hasta los seis meses de cárcel.
Aún así hay veterinarios que siguen defendiendo la oniquectomía argumentando que este tipo de cirugía se ha vuelto mucho menos incisiva en los últimos 20 años y que los analgésicos para el dolor también tienen mejores efectos.
Incluso propietarios de gatos han votado en contra de esta ley citando que su gato ha provocado daños en sus hogares de hasta 600€.
Desde rolloid estamos a favor de la protección animal y defendemos la idea de adoptar a los animales únicamente cuando se esté preparado para cuidarlo como a un miembro más de la familia. La educación es la mejor arma para evitar que los animales hagan destrozos en casa y la amputación por motivos estéticos o por intereses personales es tan solo una forma más de tortura animal.
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