Es increíble pensar que hay gente que tiene mascotas de las que no se hace cargo o maltrata y no cuida de la forma correcta. Sin embargo, ocurre más de lo que pensaba o de lo que todos querríamos.
La historia que te traemos hoy comenzó cuando la USDA fue advertida de que había una empresa con leones salvajes encerrados a los que maltrataban. Se utilizaban para entretener a la gente en cumpleaños y fiestas pero después abusaban de ellos por lo que la USDA no tuvo más remedio que rescatarlos.
Los animales fueron llevado al In-Sync Exotics Wildlife Rescue and Educational Center, en Texas, para rehabilitarlos y recuperarlos. Sigue leyendo para averiguar que les pasó a estos leones.
Kahn y dos tigres fueron los primeros grandes felinos rescatados de su ex-propietario.
El león macho era un ejemplar magnífico pero que estaba 45 kg por debajo del peso apropiado y que además sufría de problemas de huesos, lo que hacían que actividades normales para un león como trepar o correr resultasen difíciles para él.
La punta de la cola del león estaba sin pelo y tenía una herida de mordérsela constantemente como consecuencia del aburrimiento y el estrés que sufría.
Por suerte, dándole los cuidados necesarios y con amor el gran león empezó a curarse.
Un año después de su rescato, la USDA fue capaz de rescatar a Sheila y a otros dos leones machos, la mala noticia era que no esperaban que la leona sobreviviera por el estado en el que estaba.
La leona carecía de coordinación muscular y apenas podía levantar su cabeza para beber agua. La USDA advirtió al centro de rescate que se preparara para lo peor.
Sin embargo no se rindieron con ella. Todos los días le daban su medicación y la alimentaban con las manos para ayudarla.
Increíblemente, poco a poco empezó a recuperarse. Sheila recuperó gran parte del control muscular, tragaba de forma correcta y corría y saltaba como un conejo.
Los cuidadores dejaron que Sheila y Kahn empezaran a pasar tiempo juntos para ver si se llevaban bien. Como puedes ver en las imágenes fue amor a primera vista.
Sheila pasó los siguientes meses luciéndose delante de Kahn y Kahn se contoneaba delante de ella.
Una vez que Sheila estaba totalmente curada permitieron a los felinos que pasaran más su tiempo juntos y rápidamente congeniaron. Empezamos con citas cortas diarias, luego las citas se fueron haciendo más largas hasta que al final los dejábamos sin vigilancia.
La feliz pareja ahora vive junta y su relación es realmente buena.
Gracias a los cuidadores, estas preciosas criaturas tienen una nueva oportunidad y podrán pasar toda su vida juntos.
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