Cuando era pequeño, mi madre siempre me repetía una y otra vez, en cuanto terminaba de jugar, que había que guardar los juguetes en su sitio para evitar que se perdieran o que se estropearan.
Cualquier juguete que no estuviese en su lugar correspondiente a la hora de dormir, mi madre me lo escondía, y ya no podría jugar con él durante unos días hasta encontrarlo de nuevo.
En ese entonces, siempre me molestaba mucho que mi madre me castigase de esa forma, pero con ello ha logrado enseñarme una valiosa lección acerca de recoger y mantener ordenadas mis propias cosas.
En el vídeo que te traemos hoy, un perro consigue aprender la misma lección aunque de otra manera un tanto más peculiar...
El perro, como de costumbre, dejó uno de sus muñecos favoritos en el jardín delantero de su casa. Pero se llevó una ingrata sorpresa cuando volvió a por él, ¡porque un zorro rojo que se había escapado estaba jugando con su precioso juguete!
Al pobre perro no le quedó más remedio que quedarse dentro de casa y mirar de forma melancólica a través de la ventana mientras el zorro se lo estaba pasando en grande con su juguete. El zorro, claramente consciente de los ladridos de protesta del perro, le ignora completamente y sigue a lo suyo.
¡Seguro que el perro no vuelve a dejar sus juguetes tirados por ahí!
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