Siendo un gran esposo, un padre cariñoso y atento, y el autor de un blog donde escribe acerca de la crianza y educación de los más pequeños de la casa, Charlie Capen parece el hombre perfecto.
Pero lo cierto es que eso no es así. Gran parte de nuestra sociedad sigue con la idea de que sólo las madres saben cuidar bien de los hijos y que los padres no están tan capacitados para ello.
Charlie Capen fue tachado de "infantil" cuando una mujer le vio a él y a sus niños jugando en una tienda de comestibles.
Aturdido por el juicio que hizo esta mujer, escribió esta carta que hizo pública inmediatamente después de escribirla en su perfil de Facebook.
"A la mujer de la tienda de comestibles que se acercó a mi esposa mientras yo estaba con mis hijos:
Me gustaría disculparme.
Sonreíste, me señalaste y le preguntaste a mi esposa, "¿Sabía usted que tiene tres hijos en vez de dos?".
Me quedé totalmente sin habla tras esa pregunta y ni siquiera tuve la cortesía de responder a tus palabras condescendientes.
Me gustaría tener un minuto para compartir mis pensamientos contigo.
Siento no haberte dicho que amo a mis hijos, pero que no me considero uno de ellos.
Siento que no sepas la diferencia entre pasar un buen rato con tus hijos y ser inmaduro. Siento que creas que los hombres son irresponsables o niñeras, pero esa es una forma anticuada de pensar.
Pero ante todo siento que los hombres que hay en tu vida te hayan convencido de esa idea. He estado escribiendo acerca de la paternidad durante más de cinco años.
He publicado artículos en sitios web como Fast Company, BuzzFeed, Babble, Babycenter, Huff Post, pero no pude encontrar las palabras adecuadas para corregir tu forma de pensar anticuada.
He hablado en la Casa Blanca acerca de cómo los padres eliminan las barreras del machismo y son grandes aliados en la lucha contra el sexismo.
Me he hecho amigo de miles de padres que hacen un trabajo aún mejor hablando de su vida o el trabajo que les supone cuidar a sus hijos.
Pero todo este trabajo no ha hecho que mi trabajo como padre sea más fácil. En todo caso, lo ha hecho más complejo.
Estoy continuamente examinando mi vida, prestando atención a todo para hacer las cosas bien. Es un ejercicio semanal el ser honesto conmigo mismo.
Así que siento que hacer reír a mis hijos en un lugar público sea objeto de miradas sarcásticas, pero tengo que enseñarles que los adultos que necesitan un poco de humor para sobrellevar las duras batallas que tienen por delante.
Pienso seguir riendo con ellos durante todo el tiempo que viva".
¡Comparte esta carta con todos tus amigos! Fuente: Little Things