Los niños pueden llegar a ser muy posesivos, sobre todo cuando son más pequeños y todavía no son muy conscientes de lo que pasa alrededor.
A muchos de ellos no les gusta compartir sus cosas, y cogen unos enormes berrinches cuando se las quitas.
Seguramente el día más espantoso en la vida de un padre podría tratarse de ese momento en el que su niño aprende lo que significa la palabra "mío".
Se convertirá en su palabra favorita y nunca va a dejar de repetirla, básicamente hasta el final de los tiempos.
No obstante, aunque los niños tengan este comportamiento un tanto posesivo, algunos padres, tías y tíos disfrutan jugando con ellos y haciéndolos un poco rabiar.
Como por ejemplo, yo sé que a mi novia le encanta divertirse con mis sobrinas cuando tiene la oportunidad.
Este padre pone a prueba los límites de su hija al ver lo mucho que podía bromear con ella. ¡Pero no llegó muy lejos!
En el siguiente vídeo se puede ver cómo el padre se pone a jugar con las maracas de su pequeña.
En cuestión de segundos, su hija viene a la carga hacia la habitación para gritarle y no se va hasta que las deja, pero no tarda en volver cuando vuelve a oír el ruido de las maracas.
No sabemos si la única palabra que sabe esta pequeña es "no" o si de verdad le estaba diciendo a su padre que "no" jugara con sus maracas, pero desde luego que es adorable su reacción, normal que el padre no pueda parar de reír.
Hasta coge las maracas y las coloca en el otro sofá. Pero, obviamente, su padre no va a detener. Se levanta y rápidamente coge las maracas y empieza a menearlas, lo que hace que su hija vuelva corriendo a la habitación para regañarle de nuevo.
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