Los bebés, sean animales o humanos, tienen una salud muy delicada, especialmente cuando nacen antes de tiempo. Por ello, es muy importante saber cuidarlos. Tomar las decisiones adecuadas puede salvarles la vida, como ocurrió exactamente con la pequeña cría de hipopótamo cuya historia vamos a contarte hoy.
Fiona nació prematuramente, en concreto nació seis semanas antes de lo que debía. Sus padres se llamaban Bibi and Henry y tuvieron que ver como su pequeña cría se iba deshidratando poco a poco ya que al nacer antes, sus dientes estaban creciendo realmente pronto y no podía ser amamantada.
La pequeña cría de hipopótamo estaba cada día más aletargada y enferma por lo que los chicos del Zoo de Cincinnati pidieron ayuda a los médicos del Hospital para Niños de Cincinnati. El hipopótamo, al ser tan pequeño, tenía las venas muy endebles y los veterinarios no conseguían que las vías se mantuvieran estables.
Por suerte para todos, los médicos de este hospital son expertos al trabajar con este tipo de venas y consiguieron ponerle unas vías estables para alimentar a la cría con suero y fluidos.
Tras cinco bolsas de suero, los médicos comenzaron a notar la mejoría en Fiona. Aún duerme durante muchas horas, más de las normales, pero ya ha empezado a comer con biberones y se mueve siempre bajo supervisión de los trabajadores.
Los chicos de zoo se han encargado de que el hipopótamo siga estando cerca de sus padres a pesar del tratamiento para que puedan olfatearse e interactuar, de forma que cuando esté totalmente recuperada pueda volver con su familia.
Nos alegra ver que la pequeña está mejorando poco a poco y que se podrá reunir con su familia gracias a la ayuda de los médicos del hospital y de los cuidadores del zoo.
¿Qué te ha parecido la labor de estos médicos? ¿Habrías hecho lo mismo? Háznoslo saber en los comentarios. ¡Comparte la historia de este hipopótamo con todos tus amigos! Fuente Diply