A medida que comenzamos a cambiar nuestra dieta y hábitos en busca de una mejor calidad de vida, saber qué alimentos debemos consumir y cuáles debemos evitar puede llegar a ser algo complicado. Sin embargo, una de las cosas más fáciles y sencillas que puedes practicar con el fin de clasificar los alimentos es simplemente leer sus etiquetas.
Con este objetivo, el prestigioso Dr. Oz nos muestra varios ejemplo de ingredientes que debemos buscar en las etiquetas y evitar en la medida de lo posible.
Echa un vistazo a la lista de los 5 alimentos que deberíamos evitar:
1- Azúcar
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El azúcar suele esconderse bajo varios nombres, como la fructosa o el jarabe de maíz. El azúcar blanco refinado es un carbohidrato que podemos encontrar en casi todos los productos. Se añade a alimentos procesados tales como el ketchup, la mostaza, la leche o el pan, sumando calorías adicionales a nuestras dietas.
El Dr. Oz señala que como sustitutivos del azúcar puedes probar el jarabe de arce puro, la miel, néctar de agave o una pieza de fruta.
2- Jarabe de maíz de alta fructuosa
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El jarabe de maíz de alta fructosa es el aditivo que encontramos en muchos de nuestros alimentos. A menos que seas un ávido lector de etiquetas de productos, probablemente estés comiendo o bebiendo este carbohidrato sin que te des cuenta. Los zumos, los postres, el pan, los cereales, las salsas para la pasta, casi todo lo que puedas pensar contiene este aditivo.
El Dr. Oz afirma que este "alimento" bloquea nuestra capacidad de sentir que estamos saciados, haciendo que consumamos más calorías.
3- Harina enriquecida
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La consumimos en la pasta, los productos horneados, los cereales y otros alimentos procesados. Al igual que el azúcar blanco, la harina blanca enriquecida es blanca porque ha sido despojada de sus nutrientes. Para convertirla en "enriquecida", las vitaminas, el azúcar, y otros aditivos deben ser añadidos de nuevo a este alimento.
El doctor aconseja consumir productos y harinas procedentes de granos integrales en su lugar donde la fibra y los nutrientes están todavía presentes.
4- Grasas saturadas de origen animal
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Las grasas saturadas que provienen de los animales pueden causar colesterol alto o enfermedades de corazón. Estas grasas podemos encontrarlas en forma de manteca de cerdo, sebo, mantequilla, queso o grasa de la leche.
El Dr. Oz recomienda cambiar estas grasas por alternativas más saludables de origen vegetal que son líquidas a temperatura ambiente como son el aceite de coco prensado en frío, el aceite de sésamo o el aceite de oliva.
5- Aceites hidrogenados (grasas trans)
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Los aceites hidrogenados son aquellos a los que se les ha añadido hidrógeno para prolongar su vida útil, por lo general, hasta un año. Piensa que ocurriría en tu cuerpo si comieses alimentos con aceites hidrogenados o grasas trans constantemente. Aunque las empresas de alimentación han ido sustituyendo este compuesto por alternativas más saludables, revisa las etiquetas de los alimentos en busca de "libre de grasas trans".
Echa un vistazo al vídeo que te mostramos a continuación para conocer un poco más sobre los problemas derivados de consumir estos alimentos:
Aunque puede resultar un poco difícil al principio, existe mucha información disponible para ayudarnos a investigar lo que comemos, solo requerirá de un pequeño esfuerzo por nuestra parte.
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