Cuando los equipos de rescate encontraron a la gatita Cassidy, ya había perdido sus dos patas traseras. Pero eso no quería decir que fuera demasiado tarde para poder salvarla.
Gracias a su espíritu inquebrantable, Cassidy se recuperó y lo cierto es que encontró una pequeña silla de ruedas que se ajustaba a ella. Pero había algo en esa cosa vieja y extraña que no se ajustaba a su estilo... Así que, encontró una manera fabulosa para desplazarse.
¡Creo que estarás de acuerdo en que es mucho, mucho mejor!