Según afirman algunos estudios, beber medio litro de agua antes de cada comida puede ayudarte a ingerir menos alimentos y a perder peso. Los expertos aseguran que las personas que consumen un litro y medio de agua al día queman 17.400kcal de más al año. Eso equivale a unos 2 kilos y medio.
Cuando bebes agua fría, aceleras el metabolismo y quemas calorías. Los efectos comienzan 10 minutos después de haber bebido y alcanzan su punto álgido unos 30 o 40 minutos después de haber bebido.
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Los efectos secundarios de la deshidratación incluyen problemas digestivos, de piel, de riñones, de vejiga, dolores de cabeza y fatiga. Para nosotros, el agua es tan importante como el aire, por lo que deberíamos preocuparnos y mucho por mantenernos hidratados.
Un error en el que muchas personas caen es en pensar que solo tienen que beber agua cuando tienen sed. Nada más lejos de la realidad. La deshidratación se produce mucho antes de que puedas sentir sed. Por ello es esencial que bebas agua a lo largo de todo el día, tengas o no la necesidad.
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Si te cuesta mucho despertarte y por la mañana sueles estar muy cansado, bebe dos vasos de agua nada más levantarte de la cama para normalizar tu presión sanguínea. Es una alternativa mucho más sana que el café.
Dependiendo de su peso y edad, la cantidad de agua en el cuerpo humano oscila entre el 50 y el 75%. El cuerpo de un humano adulto tiene de media de un 50 a un 65% de agua. El porcentaje de agua en los bebés es mucho mayor, alrededor del 75-78%.
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Cuando estás deshidratado, tu cuerpo oprime las vías respiratorias como un medio para conservar el agua. De hecho, la tasa de histamina (hormona que actúa como dilatador de los vasos sanguíneos) producida por el cuerpo aumenta exponencialmente a medida que el cuerpo pierde más agua.
2- Fatiga
El agua es la principal fuente de energía del cuerpo. La deshidratación hace que la actividad enzimática del cuerpo se ralentice, lo que provoca cansancio y fatiga.
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La sangre está compuesta normalmente por un 92% de agua cuando el cuerpo está completamente hidratado. Cuando se deshidrata, la sangre se vuelve más densa, causando resistencia, lo que provoca que se eleve la presión arterial.
4- Colesterol alto
Cuando el cuerpo está deshidratado, producirá más colesterol para prevenir la pérdida de agua en las células.
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La deshidratación afecta a la eliminación de las toxinas a través de la piel y la hace más vulnerable a todos los tipos de trastornos, como la dermatitis o la psoriasis, así como a las arrugas prematuras y a la decoloración.
6- Desórdenes digestivos
La escasez de agua y minerales alcalinos, como el calcio y el magnesio, puede conducir a una serie de trastornos digestivos, incluyendo úlceras, gastritis y reflujo ácido.
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La acumulación de toxinas y residuos ácidos que provoca la deshidratación, hace que las bacterias se multipliquen, haciendo que la vejiga y el riñón sean más propensos a las infecciones y las inflamaciones. Por ello siempre recomiendan beber mucha agua cuando se tiene cistitis.
8- Estreñimiento
El colon es una de las regiones que más agua necesita. Sin ella, los desechos se mueven a través del intestino grueso mucho más lento, dando como resultado el estreñimiento.
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El cartílago de las articulaciones se compone principalmente de agua. Cuando el cuerpo está deshidratado, el cartílago se debilita, apareciendo como resultado dolor en ciertas partes del cuerpo.
10- Aumento de peso
La deshidratación hace que las células del cuerpo carezcan de energía. Esta falta de energía hace que la persona que la sufre tienda a comer más cuando en realidad el cuerpo lo que necesita es agua.
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Todos los órganos del cuerpo necesitan agua, incluyendo el órgano más grande, la piel. La falta de agua afecta a la piel y la deshidratación provoca arrugas prematuras.
El agua es fundamental para nuestro organismo, por ello es esencial beber al menos un litro y medio de agua al día.
¡Comparte este interesante artículo con todos tus amigos! Fuentes: NCBI | NCBI | Natures Sunshine Fuente de portada: María Pérez para rolloid
