El fotógrafo Ken Heyman ha estado detrás de la cámara durante siete décadas. Su trabajo ha aparecido en innumerables revistas, ha sido expuesto en galerías de todo el mundo y ha publicado varios libros, entre ellos dos colaboraciones con la famosa antropóloga cultural Margaret Mead.
Actualmente, con 83 años, el señor Heyman ha recuperado cajas llenas de grabados y diapositivas antiguas que habían sido olvidadas. Una de esas cajas contenía una carpeta titulada "Madres".
Muchas de estas fotos fueron publicadas en 1965 en el libro titulado familia, nominado al premio Pulitzer en el que el señor y la señora Heyman Mead trabajaron juntos. Las fotos son impresionantes.
Respecto a estos retratos tan bonitos, me llamó la atención lo familiar que me resultaban muchos de ellos. La maternidad puede ser solitaria y aislarte ya que tiene una cualidad de reducir nuestra visión del mundo a nuestras cuatro pequeñas paredes y a la distancia entre el hogar y el colegio.
A continuación te mostramos 20 fotografías que muestran la poca diferencia de la maternidad de hace 50 años a la actual.
1- Diversión asegurada con los pequeños.
Ken Heyman
2- Consolando al pequeño.
Ken Heyman
3- ¡A comer!
Ken Heyman
4- Mamá cógeme en brazos.
Ken Heyman
5- Aprendiendo a montar en bicicleta.
Ken Heyman
6- Jugando con mamá en la cama.
Ken Heyman
7- Desenredando el pelo.
Ken Heyman
8- Una siesta muy reconfortante
Ken Heyman
9- Madres dando un paseo con sus hijos.
Ken Heyman
10- Hablando con su madre.
Ken Heyman
11- Toca sesión de peluquería.
Ken Heyman
12- Jugando con el bebé.
Ken Heyman
13- A dormir con el niño.
Ken Heyman
14- Me molesta el sol.
Ken Heyman
15- Con mamá.
Ken Heyman
16- ¡Qué bien! Toca día de playa.
Ken Heyman
17- Se quedó dormido.
Ken Heyman
18- Besos a mamá.
Ken Heyman
19- Cuidando del pequeño de la casa.
Ken Heyman
20- Un baño juntos.
Ken Heyman
Sin embargo, estas fotos me hacen recordar que, a pesar de las enormes diferencias de un continente a otro, sigue siendo una experiencia universal. De alguna forma, es reconfortante saber que en algún lugar, en una casa cercana o en el otro lado del mundo, hay una madre que lucha con los enredos del pelo de su hija, o que tumba a su bebé con ella en la cama cuando aún es temprano. Estos pequeños momentos cotidianos no han cambiado a lo largo del tiempo ni de la distancia.
Por supuesto, muchas cosas han cambiado con los años. Pero debemos pensar que, si nos fijamos bien, se puede encontrar un hilo conductor común. Nos encanta, nos preocupamos, enseñamos, jugamos y abrazamos. Nos cansamos, nos frustramos, lo superamos. En el fondo, creo que eso es en lo que la maternidad realmente se parece.