En lo que parece ser que podría convertirse en la mejor idea de la historia, o quizás la peor, un empresario y político Australiano se ha embarcado en una cruzada de un sólo hombre para resucitar el barco más famoso de todos los tiempos, el Titanic.
La trágica historia del Titanic, que prácticamente todas las personas del mundo conocen, terminó cuando el gigantesco navío chocó contra un iceberg en su viaje inaugural y acabó hundiéndose.
Los detalles del suceso (y el destino trágico de sus pasajeros, tanto ricos y famosos, como los pobres y humildes), crearon una historia tan apasionante que el mundo nunca ha podido olvidar.
Y más famosa aún, seguramente sea la película de James Cameron, Titanic, que ha permitido hacer llegar esta preciosa historia a millones de personas. Sin embargo, parece que el famoso navío va a zarpar de nuevo en el año 2018.
No se trata exactamente del Titanic. Podríamos decir que es el Titanic II, una réplica del mismo.
Se pueden observar todos los detalles más importantes. Todo ese trabajo en la madera, la gran escalinata principal, y el encanto histórico del barco. Pero el navío se ha actualizado al siglo XXI.
Cuenta con un moderno casco solado, más que suficientes botes salvavidas, sistemas de navegación por satélite de alta tecnología, y un sistema de propulsión diesel controlado electrónicamente por complejos ordenadores será algunas de las diferencias con respecto al navío original.
Pero para aquellos que estén buscando una auténtica experiencia como la que se pudo vivir en 1912, todo lo que te gustaría ver en aquella época está aquí Ya sea un salón de fumadores para caballeros (no hay información de si sólo se permitirán hombres como ocurría en 1912...) Esto se adapta perfectamente con el precioso salón eduardiano de la nave original O este restaurante inspirado en París, el barco tiene todas tus necesidades cubiertas Simplemente imagina disfrutar de una deliciosa tarta y un café con la brisa del mar, sin ser consciente de tu muerte inminente El barco respeta al máximo hasta el último de los detalles históricos. No esperes encontrar una piscina de lujo en la azotea o un campo de golf. No, lo que encontrarás es una clásica piscina cubierta del siglo pasado. Perfecta para dar unos cuantos largos con tu traje de baño.
Estamos bromeando. Resulta que en 1912 había algunos trajes de baño bastante sorprendentes.
Incluso los exteriores reciben ese tratamiento histórico, camuflando todos los artilugios del mundo moderno. Según contemplas el casco, puedes preguntarte: "cuando veo todos esos ojos de buey en el costado, me parece recordar algo sobre los pasajeros de segunda y tercera clase a bordo del navío original" ¡Buen ojo! Mientras que las cabinas de primera clase en el Titanic II estarán tan adornadas como las originales... Con toda la madera y el terciopelo que puedas imaginar... Y el restaurante de primera clase, también será tan majestuoso como en 1912... Los pasajeros de tercera clase encontrarán su alojamiento un poco más... modesto. Comedores comunales y camas con literas estarán a la orden del día.
Personalmente creemos que la tercera clase podría ser bastante divertida, especialmente si tu pareja embarcó con un billete de primera clase, y jugáis los papeles de Jack y Rose. Aunque podríais saltaros la escena de tener que flotar sobre una tabla en medio de un océano congelado...
¿Conseguirá este fabuloso barco satisfacer todos tus caprichos?
Puede que no haya televisores de pantalla plana, o acceso a internet, pero puedes usar la réplica de 1912 la "Sala Marconi".
Y podrás relajarte en unos fascinantes baños turcos O quizás librarte de toda la ansiedad en un auténtico gimnasio de principios del siglo XX
Si todo va bien, podremos ver este proyecto salir a flote en el 2018. Así que prepárate para la aventura y, ¡Bienvenido a bordo!
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Fuente: Wimp