Esta niña autista de 5 años luchó contra la ansiedad hasta que se hizo amiga de este gato

Esta niña autista de 5 años luchó contra la ansiedad hasta que se hizo amiga de este gato

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Esta niña autista de 5 años luchó contra la ansiedad hasta que se hizo amiga de este gato banner
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Después de que Arabella y su marido descubrieran que su hija tenía autismo, han pasado años tratando de averiguar la mejor manera de ayudarla. Fue una batalla muy dura. Iris Grace no hablaba ni se comunicaba. Evitaba a los demás niños y no quería jugar, ni con sus padres. No encajaba en el mundo, y evitaba el contacto visual con cualquier persona. A menudo se enfadaba y tenía ansiedad, sobre todo cuando estaba con gente y en entornos que no conocía.

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Un día, Arabella estaba garabateando en un trozo de papel cuando Iris, con tan sólo tres años, se acercó a ella aparentemente fascinada por el dibujo. Arabella aprovechó la inesperada conexión entre ellas para enseñarle la pintura a su hija. Pero, a pesar de su interés por el arte, Iris permaneció desconectada del mundo.

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Iris Grace Paintings

"Cuando investigas sobre el autismo", dijo Arabella en una entrevista, "hay historias que hablan de vez en cuando sobre los maravillosos efectos que los animales pueden tener en los niños con autismo."

Quisieron darles una oportunidad, pero Iris no respondió antes los caballos. Los perros fueron aún peor. Iris odiaba que la lamieran y enseguida se agobiaba con los rápidos movimientos que hacían con la cola. Desalentada, Arabella pronto abandonó la idea.

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Casi al mismo tiempo, Arabella accedió a regañadientes a quedarse con el gato de su hermano mientras él pasaba las Navidades fuera de la ciudad. Le preocupaba que esta incorporación temporal le causara a Iris mucho estrés, especialmente desde que la niña estaba peor. Pero ver la conexión que tuvo con el gato le sorprendió, y retomó la búsqueda del animal perfecto para la terapia.

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Iris Grace Paintings

Cuando llevaron a casa a Thula, un gatito Maine Coon, Iris enseguida respondió. Cogió al gatito en brazos y lo acarió. Desde ese día, se hicieron inseparables. A pesar de no ser un gato entrenado para terapia, Thula intuitivamente supo lo que Iris necesitaba, incluso corría a sentarse en su regazo cada vez que la pequeña tenía ansiedad.

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Dormían juntas en la cama y jugaban con los mismos juguetes. A cualquier sitio donde Iris fuera, Thula la seguía. La niña empezó incluso a hablar con frases simples como "siéntate, gato" o "más gato".

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Iris Grace Paintings

En una entrevista, Arabella contó lo mucho que Iris odiaba la sensación de agua en su piel. Bañarla era siempre una tarea muy complicada, pero como a Thula le gustaba y no dudaba en saltar a la bañera, Iris pronto empezó a tolerarlos siempre y cuando Thula estuviera con ella.

"A Thula le encantan todas las cosas que a Iris le costaba hacer," dice Arabella. "Es como si hubiera caído del cielo".

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Iris Grace Paintings

A día de hoy, Iris se ha hecho famosa por sus magníficas pinturas. Su talento, imaginativo y extravagante ha sido comparado con el de Monet, y famosos como Angelina Jolie han comprado sus obras.

Aún sigue teniendo problemas con las habilidades sociales y expresarse le sigue resultando difícil, pero gracias a Thula, ha recorrido un largo camino desde que le diagnosticaron la enfermedad con sólo dos años. "Ahora la historia es diferente", escribe Arabella en su página web. "Juega, se comunica y duerme mucho mejor que antes."

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Iris Grace Paintings

¡No olvides compartir esta historia para que todos sepan las maravillas que los animales pueden hacer por este tipo de niños! Fuente: Shareably Imagen de portada: Iris Grace Paintings
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