Jessica Lemire estaba llevando a su hijo Sam a casa después de su clase de "mamá y yo", pararon en una tienda de comestibles y, al salir del coche, el niño tropezó y cayó al suelo.
Inmediatamente la madre comprobó que el niño estuviese bien y luego le llenó de besos y abrazos para que dejase de llorar. Se había dado un golpe fuerte en la cabeza, pero no era nada que no se pudiese curar con el tiempo y los cariños de mamá.
Entró a la tienda de comestibles y cuando llegó a la caja para pagar, la cajera le dijo algo que no le hizo nada de gracia.
Jessica Lemire
"Esta mañana, después de ir a clases, Sam se cayó en el estacionamiento y se golpeó la cabeza. Se hizo mucho daño y lloraba mucho, por ello le di un abrazo, algunos besos y un poco de leche que hizo que se sintiese mejor muy rápidamente.
Jessica Lemire
Poco después entramos en una tienda para comprar algunos comestibles. La mujer de la caja vio a Sam y empezó a decirme que lo que yo tenía que hacer es pasar de él cuando se cayese para que "se endureciese".
Lo que me dijo me sentó muy mal y le contesté: "No, no lo haré. No voy a ignorar los gritos de mi hijo, se caiga o no. ¿En qué clase de mundo vivimos donde se supone que debemos dejar a solas a los más pequeños y más vulnerables, a los que más nos necesitan y que confían en nosotros plenamente?
Jessica Lemire
Si fuese un adulto el que se hubiese caído y se hubiese golpeado la cabeza, ¿no te apresurarías a ayudarle para asegurarte de que está bien? ¿Por qué tenemos que ofrecerle algo diferente a nuestros hijos?
Me niego a creer que eso les endurezca. Todo lo que hace es romper la confianza que tienen puesta en nosotros".
Jessica Lemire
Jessica se despidió diciendo que, "Siempre ven a mi cuando me necesites, Sam. No importa lo que sea".
Los amigos de Jessica y su familia apoyaron y compartieron su publicación. Y en unas horas, se volvió viral extendiéndose rápidamente por las redes sociales y causando una oleada de comentarios.
"Escuchar a cualquier niño llorar, no importa la edad, me rompe el corazón. Se piensa que es algo biológico, tenemos que hacer sentir mejor a nuestros bebés cuando están tristes o heridos. El llanto es un signo de sufrimiento y nunca debe ser ignorado".
Jessica Lemire
Esta claro que la sobreprotección de los hijos no es nada bueno, pero tampoco podemos llegar al punto de pasar de ellos cuando se dan un golpe en la cabeza. A nadie le gustaría que pasasen de él cuando se ha dado un buen golpe, ¿por qué los niños van a ser menos?
¡Comparte este artículo con tus amigos si tu también hubieses abrazado y consolado a tu hijo! Fuente: Little Things
