Siempre que decidimos empezar una dieta solemos decir: "El lunes la empiezo" o "el día 1 del mes". Pero, ¿sabemos realmente cuándo es el mejor momento para empezar una dieta? ¿Y el peor? El día que empezamos una dieta puede ser más importante de lo que pensamos.
Los mejores días para empezar una dieta
El día que te sientas listo
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Estar concienciado es importante para que una dieta surja efecto. A menudo, las dietas más exitosas se deben a una llamada de atención, por ejemplo, después de ir al médico y descubrir que tienes el colesterol por las nubes.
Cuando ocurren este tipo de cosas, solemos asustarnos y tomarnos las dietas más en serio, por lo que suelen ser más exitosas.
Después de tu cumpleaños
Un estudio de la Universidad de Pennsylvania en Google Analytics, descubrió que los cumpleaños y los aniversarios eran puntos de referencia temporales que sobresalían a la hora de hacer una dieta.
Se trata de un momento ideal, ya que tras un hito, es menos probable que caigamos en los errores del pasado y nos resulta más sencillo comportarnos en consonancia a nuestro nuevo estilo de vida. Compararte con las fotos de esos momentos especiales también te ayudará a conseguir tus metas.
Los lunes
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Según el mismo estudio de la Universidad de Pennsylvania, los lunes son, con diferencia, el día que más solemos ponernos a dieta. El principio de la semana es el mejor momento para empezar una dieta con energía, motivación y abordar las metas que nos propongamos. Cualquier lunes es un buen momento. Tras un fin de semana de excesos, es más fácil que el lunes te apetezca comer sano y ligero.
En el mes de octubre
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Una investigación del New England Journal of Medicine ha demostrado que el mes de octubre es el mejor momento para empezar una dieta. Tras las vacaciones de verano y antes de los atracones de Navidad, octubre es el momento ideal para perder lo anterior y prepararse para lo próximo.
Después de un cambio
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Un nuevo trabajo, una mudanza o cualquier cambio importante puede ser la excusa perfecta para empezar una nueva forma de vida con hábitos más saludables. No tiene por qué ser todo de golpe, pero puedes empezar con pequeños cambios como un desayuno saludable o reducir la cantidad de azúcar.
Los peores días para empezar una dieta
Año Nuevo
El problema de Año Nuevo es que queremos deshacernos de todos los atracones navideños demasiado rápido y esto no suele surgir efecto. Es mejor que hagas el propósito de dejar de comer postre, o cenar menos que ponerte una dieta estricta en ese momento. Deja el objetivo de perder peso para más adelante.
Estrés en el trabajo
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Cuando estás muy estresado o muy ocupado, tienes la cabeza siempre pendiente de lo que tienes entre manos y es probable que no te rijas estrictamente a una dieta. Los momentos agotadores no son el mejor momento para poner a prueba tu determinación y persistencia.
Además, se unen problemas añadidos como la falta de tiempo o de sueño. Los hábitos saludables son muy importantes, pero es mejor plantearse un objetivo de pérdida de peso cuando se tiene una vida tranquila.
Los viernes
Cuando el fin de semana se acerca, es más fácil caer en la tentación. Una investigación de la Universidad de Cornell encontró que los viernes y sábados son los días de la semana en los que solemos pesar menos y, los domingos y los lunes, más.
Concluyeron que las personas que compensan durante la semana las calorías extras consumidas durante el fin de semana, pierden más cantidad de peso a largo plazo. Así que disfruta un poco del fin de semana, pero siempre sin pasarte y compensando durante la semana.
Los fines de semana
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Los fines de semana son un mal momento para empezar una dieta porque solemos tener más tiempo libre. Nuestro horario no es el habitual, por lo que es más difícil seguir hábitos saludables. Mejor empieza un día en el que tengas tu rutina diaria y un horario más rígido, y eso te ayudará a que te sea más fácil seguir la dieta.
Justo después de las vacaciones
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Aunque la mayoría nos ponemos a dieta justo al volver de unas vacaciones para compensar los excesos, esto parece no ser una buena idea. En un estudio de 2002, los investigadores examinaron su impacto psicológico.
Planificar una dieta justo después de volver de unas vacaciones, puede hacer que algunas personas coman más de la cuenta. Se conoce como el "efecto de la última cena". Sabiendo que mañana vas a empezar una dieta estricta, hoy vas a comer todo lo que puedas y más, especialmente estando de vacaciones. Así que mejor espera unos días.
