Cuando el usuario de YouTube Luna Angel estaba en la tienda de comestibles y vio algunos huevos de codorniz en venta, pensó en su perico Pi-chan. Por capricho, compró el paquete de huevos, los llevó a casa y le dio uno a su pájaro sólo para ver qué podría pasar.

Los instintos maternos de Pi-chan se pusieron en acción, de modo que el animal incubó el huevo y, con el paso de los días, se volvió muy protectora, alcanzando un punto que no permitió que su dueña se lo quitara. Entonces, unos días más tarde, ¡Luna Angel se dio cuenta de la milagrosa razón por la que su pájaro se comportaba así!

No sé mucho sobre los huevos de codorniz, pero me imagino que las posibilidades de conseguir uno que esté fertilizado en una tienda de comestibles son bastante bajas.

Pero como podrás comprobar por ti mismo en el siguiente vídeo, la protagonista de nuestra historia tuvo mucha puntería y no sólo compró uno que estaba fecundado sino que además fue el que eligió para dárselo a su pájaro. Y el resultado final es que ahora tiene un nuevo compañero. ¡Qué historia más loca!

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