Dar a luz a una nueva criatura es toda una bendición, y sin duda un hermoso recuerdo imborrable para cualquier madre. Da igual que haya sido un humano, un guepardo, un panda, un cerdo, o un ciervo, la fuerza que una madre demuestra al dar a luz es incomparable.

La madre tiene la misión de mostrarle a la cría el círculo de la vida en cuestión de minutos, horas o días, dependiendo de la especie; en el reino animal, las crías suelen ser independientes al cabo de unos pocos meses, mientras que en el caso de los humanos, todos sabemos que este proceso se prolonga durante varios años, hasta que los niños son capaces de valerse por sí solos, aunque haya casos de todo tipo.

Y desde que nace esa pequeña criatura, la madre tiene un nuevo propósito en su vida: cuidar de ese bebé hasta que sea lo suficientemente mayor para cuidarse y alimentarse por sí mismo. Aunque cada nacimiento es diferente, y las diferentes experiencias dependen de la especie que está dando a luz, todos los partos son increíblemente fascinantes.

Y cuando esta bella hembra se acostó en el jardín de una mujer para dar a luz, la inquilina no pudo dejar pasar la gran oportunidad de captar este precioso momento con la cámara. Así que, cuando ella comienza a grabar, la madre se tumba en el jardín. Sin embargo, al poco rato otro milagro sucedió.

Si miras con más detenimiento, otro cervatillo comienza a surgir. ¡La madre estaba embarazada de gemelos!

De cualquiera de las maneras, este hermoso nacimiento es algo que todos podemos valorar como una parte preciosa de la vida. Y lo más sorprendente de todo, es que solo uno instantes después, la madre se pone en pie para limpiar y alimentar a sus crías.

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